El reporte del general secretario Luis Cresencio Sandoval González sobre el Grupo Élite del Cártel Jalisco Nueva Generación tuvo un mensaje que al parecer no fue leído estratégicamente ni entendido por el secretario de Seguridad del Gobierno de Ciudad de México, Omar García Harfuch: la agenda de ese grupo es federal y de altos niveles de inteligencia y seguridad interior y seguridad nacional.

Por ello el regreso del jefe policiaco capitalino a sus funciones después del grave atentado a finales de julio debió de haber sido más cuidadoso en el tema de sus agresores. El expediente del CJNG es de delicada responsabilidad federal del gabinete de seguridad. La posibilidad de que García Harfuch realice arrestos de sicarios puede estallar en la capital de la República una guerra con el CJNG que la policía local, infiltrada por el crimen organizado, no podría sostener ni regular.

El atentado y los videos revelaron los preparativos del CJNG para un aumento de la guerra de posiciones no sólo contra el cártel de El Marro en Guanajuato, sino en plazas codiciadas como Ciudad de México, penetrada desde hace años por los cárteles y profundizada en los meses del Gobierno actual.

Lo peor que le puede ocurrir a la agenda estratégica de seguridad interior sería quedar atrapada en los cortos alcances de los enfoques de seguridad pública. En situaciones de atentados espectaculares, las respuestas oficiales deben ser de bajo perfil, de control de daños y de consolidación de una sola agenda estratégica.

A pesar del daño y la espectacularidad, lo de menos fue el atentado contra el jefe policiaco; lo grave se localizó en la audacia del CJNG de enviar un comando inexperto contra una figura relevante de la estructura policiaca. Ahí, en ese sólo hecho, se encuentra una de las pistas estratégicas a desarrollar con mecanismos de inteligencia.

Si el tema del CJNG es federal, iniciativas locales pueden dañar la estrategia general contra El Mencho, un factor de conflicto con la Casa Blanca.

 

Zona Zero

  • Aunque ya dan por atrapado a El Marro en Guanajuato, la principal preocupación está en esperadas respuestas violentas de simpatizantes de su cártel. Dicen especialistas que lo de menos es atraparlo; lo grave estará en desactivar a sus seguidores violentos.

 

(*) Centro de Estudios Económicos, Políticos y de Seguridad.

 

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