Una vez más estoy en Praga (en anterior entrega hable de otros atractivos de esta hermosa ciudad global de la República Checa). Kristyna Kábrtová me sugirió que en esta ocasión me quedara en el Kempinski Hotel Hybernská. Seguí las instrucciones de la bella anfitriona y conocedora de este magnífico resort que está perfectamente ubicado, en el corazón de la ciudad de Praga, como para tener la disponibilidad de realizar la actividad del recorrido obligado de visitar los sitios de interés que se encuentran cercanos al resort. Este viaje de una semana, tuvo una combinación con espectaculares visitas y con una excelente hospitalidad. Sitios emblemáticos como la Torre de la Pólvora, la Plaza de la Ciudad Vieja, el Reloj Astronómico, el Puente de Carlos, La Plaza de Wenceslao, entre otros. La facilidad de los servicios de transporte para arribar a estos lugares, son accesibles ya sea que se haga uso de un taxi, transporte público o en automóvil particular. El primer día de arribo a Praga, fui recibido en el aeropuerto por Kristyna Kábrtová, mujer de muchas virtudes. Posteriormente, me trasladamos al resort en una lujosa limusina Mercedes — es uno de los múltiples servicios del Kempinski Hybernska que ofrece a los viajeros— y, en tan solo 20 minutos, llegamos al mencionado lugar. Este era el inicio de una aventura por una ciudad de legendaria belleza, a orillas de las sinuosas aguas del río Vltava. El plan de la estancia ya se había diseñado sin perder los detalles de las actividades diarias de un oasis sin contratiempos. Es normal que después de un viaje largo, lo que se busca es hacer el registro lo más rápido posible, entrar a la habitación —alojamiento espacioso y elegantemente decorado— y darse un descanso.

La galería y la combinación de la arquitectura histórica

Hay tiempo para todo, aquí no fue la excepción. Después de recuperar la energía, empecé con un breve recorrido por la Galería Kempinski, que tiene una exposición única en el salón del vestíbulo y los pasillos del hotel, donde se muestran las mejores obras de arte de reconocidos artistas checos —algunas obras están a la venta—; también hay esculturas pero estas se localizan en los jardines privados, que son impresionantes, y muy bien arreglados.

Kábrtová me dio a conocer las diversas características que han colocado al Kempinski Hybernska dentro de los mejores resorts en Praga. Su liderazgo es gracias a la participación de un equipo humano altamente profesional, su amabilidad se manifiesta con la atención exclusiva a cada uno de los huéspedes, satisfacer las necesidades hasta de los más exigentes. Desde hacer reservaciones a una obra de teatro, programar el recorrido del día por la ciudad o la mejor recomendación para disfrutar de la gastronomía en el restaurante seleccionado. Con estas atenciones, la estancia se aproxima al nivel de la perfección, bajo la combinación de una arquitectura histórica y modernos diseños en su interior. Obviamente, que los exteriores no se quedan atrás. Las habitaciones son impresionantes con vistas extraordinarias de la ciudad de Praga, además hay una magia especial que roba la atención de los huéspedes porque la elegancia se divide en Superior Room, Grand Deluxe Room, Executive Suite, Premium Duplex Suite, Bohemia Suite, Presidential Suite. Cada una de las habitaciones tiene decoración contemporánea y los baños cuentan con todos los amenities que dan el confort al hacer uso de ellos. La Executive Suite tiene un sistema de iluminación natural y artificial que resalta la decoración de la habitación y la sala, además del aire acondicionado, servicio de internet de alta velocidad, así como las conexiones requeridas para conectar los gadgets. Cualquier cosa es posible en el Kempinski Hybernska, gran cantidad de comentarios le favorecen por quienes se han quedado en este lugar.

De lo ecléctico, a la gastronomía

La decoración adopta una postura intermedia en la zona de Le Grill Restaurante —ecléctico-moderno— de agradable ambiente, porque los arquitectos responsables fueron más allá de lo que estamos acostumbrados a ver constantemente en otros resorts. Por cierto, las especialidades son únicas gracias al diseño del menú por el chef ejecutivo Marek Fichtner, a través del llamado Calendario Culinario con la programación de platillos correspondientes inspirados en cada una de las estaciones del año. Se van a encontrar con un Tex-Mex BBQ o con el ibérico pork, entre otras preparaciones gastronómicas de la cocina internacional y local.

Cuando se ha dejado a una lado las presiones del trabajo, hay un lugar para pasar la noche con los amigos, me refiero al Two Steps Bar que ofrece una amplia variedad de cócteles, aperitivos y deliciosos postres, la ambientación la tienen con lo mejor de la música lounge lo cual aligera el momento nocturno. El proceso tiene continuidad hacia el relajamiento, así que el siguiente paso fue hacer uso de los servicios del Spa en el “World Class Academy”, cercano al hotel, con el único objetivo de fortalecer el sistema corporal y darle el bienestar que se merece. Ha sido un verdadero privilegio volver a vivir otras vivencias en Praga, sobre todo la permanencia en el Kempinski Hybernská (palacio residencial del siglo XVII), ahora un resort que combina la tradición y la modernidad en un ambiente tranquilo. Un sitio elegido por las celebridades europeas, así como de importantes eventos culturales o deportivos. 

Y hasta la próxima, ¡abur!