A pesar de tener un contrato de arrendamiento con Banobras, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), a partir de 2020, dejó de pagar las anualidades por la compra del avión presidencial denominado José María Morelos y Pavón.

Hace unos días, la aeronave Boeing 787-8, modelo Dreamliner, regresó a la Ciudad de México tras estar varado en un hangar de California desde diciembre de 2018 en busca de comprador.

De acuerdo a información proporcionada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, existen dos ofertas por el avión, por lo que se prevé que este lunes se ofrezcan más detalles sobre su venta, así como su rifa mediante boletos de Lotería.

Sin embargo, hasta el momento, ni la Defensa Nacional, el Gobierno federal o Banobras han informado cómo fueron los términos con que se liquidó o anuló el contrato de arrendamiento que la banca pública tenía vigente con la institución armada.

Según reportes de los proyectos de inversión especiales de la Sedena, al pago anual del avión presidencial ya no se le destinaron recursos en 2020, sin que exista información de si el contrato y la deuda fueran anulados. El documento señalaba que en 2020, la Defensa Nacional debería aportar 446.7 millones de pesos a Banobras.

Los documentos, en poder de este diario, contenidos en los anexos del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2020, indican que así quedó la deuda de la Sedena con Banobras por la compra del avión: el saldo total fue de 5 mil 399 millones de pesos y las aportaciones hasta 2019 fueron de 2 mil 128 millones de pesos.

Es decir, que el Ejército quedó con una deuda de 3 mil 271 millones ante Banobras, de lo cual, no se ha explicado si ésta fue condonada o cuál fue el instrumento jurídico para anular el contrato de arrendamiento y que la Sedena ya no aportara las cuotas, en promedio, 440 millones de pesos cada año hasta 2027.

Un avalúo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que indicó el Gobierno mexicano en 2019, da un precio total de 150 millones de dólares por la aeronave. Al tipo de cambio interbancario más reciente del Banco de México, si un comprador aceptara ese costo, serían 3 mil 340 millones de pesos.

El Gobierno federal, por motivos de austeridad, ha intentado vender, sin éxito, el avión presidencial, por lo que se espera que se informe este lunes de su futuro.

En enero pasado, Jorge Mendoza, titular de Banobras, informó de unas cifras que no cuadran con las del Presupuesto 2020 de la Sedena: “se pagó mil 833 mdp y existe un remanente de 2 mil 724 millones de pesos que deberán pagarse. Si se vende se cubren estos costos”.

 

LEG