Países de Asia impusieron ayer nuevas restricciones de viajes, mientras que la abrupta cuarentena ordenada por Reino Unido sobre los pasajeros procedentes de España empañaba el verano europeo, en medidas que sugieren que el mundo se enfrenta a una segunda ola de infecciones del nuevo coronavirus.

En Estados Unidos, donde las tasas de infecciones han estado trepando desde mediados de junio, el asesor de Seguridad Nacional, Robert O’Brien, se convirtió en el funcionario de mayor rango del equipo del presidente Donald Trump en dar positivo al coronavirus, confirmó la Casa Blanca.

Muchos gobiernos reportaron fuertes aumentos de casos tras indicar previamente que habían logrado controlar la enfermedad.

Australia anotó un ascenso récord de infecciones diarias. Vietnam confinó a la ciudad de Danang, forzando a la evacuación de decenas de miles de visitantes. En China se confirmó la mayor cantidad de casos diarios transmitidos a nivel local desde marzo. En tanto, Papúa Nueva Guinea cerró sus fronteras.

Hong Kong prohibió las reuniones de más de dos personas, cerró los restaurantes al aire libre y ordenó el uso de mascarillas en lugares públicos, ante el temor de una tercera ola de infecciones.

Semanas después de que ciudades europeas celebraran la reapertura del turismo, una nueva ola de casos en España llevó a Reino Unido a ordenar que todos sus viajeros realicen una cuarentena de dos semanas.

 

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