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Contundente declaración del director del Observatorio Nacional Ciudadano (ONC), Francisco Rivas, sobre la “capacidad de penetración de la delincuencia organizada” en la Ciudad de México, mucho mayor, dijo, de la que sabíamos, al referirse al atentado contra el titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch.

Preocupante que el crimen organizado haya realizado un atentado de este estilo, pues eso obliga a las actuales autoridades a iniciar investigaciones al interior de la corporación policiaca, pues el propio Harfuch en julio de 2019 afirmó que había encontrado en diversas operativas pruebas de que elementos de la ahora su corporación operaban con grupos delictivos.

Alarmante que la planeación del atentado y la orden de atacar a Harfuch, el pasado 26 de junio, haya sido directamente Carlos Andrés Rivera Varela, alias “La Firma”, por instrucciones de Nemesio Oseguera, alias “El Mencho”, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), según declaraciones de los detenidos ese día.

Francisco Rivas consideró que, para poder ejecutar un atentado de esa naturaleza, “no sólo necesitas armas y gente, necesitas dinero, estrategia y un punto de corrupción, es decir, personal comprado que te garantice que puedas llevar a cabo ese atentado, es evidente que lo hubo, porque si no, cómo sabían cuál era la ruta que iba usar esa mañana en específico, el secretario de Seguridad”.

No es cosa menor que el ataque contra García Harfuch lo haya planeado Rivera Varela, quien es el responsable de la expansión del CJNG en varios estados del país mediante el sometimiento de las estructuras criminales locales, así como de secuestros y asesinatos, y le haya dado la orden a César Montero Pinzón, mejor conocido como “El Tarjetas”, a quien se le ha identificado como autor material del atentado, de acuerdo con las investigaciones de las autoridades federales y locales, a las cuales tuve acceso y que constan en el expediente de la Fiscalía General de Justicia de Ciudad de México.

Informes de la Agencia de Investigación Criminal y de la Administración para el Control de Drogas de los Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) “La Firma” tiene el respaldo absoluto de “El Mencho” y de Gonzalo Mendoza Gaytán, alias “El Sapo”, segundo al mando del CJNG.

Los informes a los que tuve acceso revelan que para esta organización criminal lo importante es controlar las actividades delictivas en CDMX, por lo que era necesario que algunos miembros de la policía continuaran en la nómina del cártel para “hacerse de la vista gorda”, tal y como se aprecia en diversos videos donde uniformados de la Secretaría de Seguridad Ciudadana dialogan con presuntos narcomenudistas.

Ante este panorama es necesario retomar algunas cifras del “Análisis de la incidencia delictiva en el 1er semestre 2020. Efectos de la violencia durante la pandemia”, que recién presentó el ONC, donde señala que las declaraciones oficiales sobre cuatro meses seguidos de disminución de homicidio doloso son falsas, toda vez que, al calcular el promedio diario de homicidios, solo ha disminuido dos veces en el año: entre enero y febrero, y entre abril y mayo. De hecho, junio volvió a subir.

El documento destaca que cada 17 minutos se cometió un homicidio doloso en México; cada 30 minutos se inició una carpeta de investigación por violación; cada 15 minutos, seis carpetas de investigación por violencia familiar y cada cinco minutos, dos carpetas de investigación por robo con violencia.