¡Vaya paradoja!

El encargado de conducir la estrategia contra el Covid-19, Hugo López-Gatell, insiste, a 4 meses del inicio de la pandemia, en negar los beneficios que aporta el cubrebocas para detener los contagios.

Pero el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, quien superó hace unos días al Covid-19, no solo lo recomienda en términos sanitarios sino que afirma que de su uso generalizado depende la recuperación económica del país.

¿Ni eso hará cambiar de opinión a los López, Gatell y Obrador, su jefe?

Herrera es quien mejor conoce la situación que guardan las finanzas públicas y sabe que entre mayor tiempo transcurra antes de que verdaderamente se dome la pandemia, menos dinero tendrá el erario para hacer frente a sus obligaciones.

La caída en la recaudación tributaria, el descenso de la inversión privada a niveles históricos y la suspensión de toda obra pública “no esencial’’ -o sea, todo lo que no sea el aeropuerto en Santa Lucía, la refinería de Dos Bocas y el proyecto del Tren Maya-, han generado un peligroso coctel que afecta, como nunca en la historia, a la economía nacional.

Ni que de decir de sus efectos sociales.

Por ello resulta por demás paradójico que un simple pedazo de tela pueda hacer la diferencia entre una recuperación de la economía más rápida, por efecto de la contención de la pandemia, y seguir esperando que ocurra un milagro para que sus índices de mortalidad y contagios se reduzcan de tal manera que todos los sectores económicos puedan reincorporarse a la actividad productiva.

Quién diría que una decisión aparentemente sencilla, como el haber utilizado el cubrebocas desde el inicio de pandemia le habría ahorrado al país varios miles de muertos y decenas de miles de contagios.

Bueno, hasta Donald Trump decidió usar el cubrebocas “como acto patriótico’’, cuando se negaba rotundamente a colocárselo.

¿Será que después del razonamiento del secretario de Hacienda en la Secretaría de Salud cederán en su ego?

****

Cómo estará de complicado el tema del paquete económico para el próximo año que los senadores anunciaron que la discusión de la Ley de Ingresos se hará bajo la modalidad de “parlamento abierto’’.

Así lo anunció el senador Alejandro Armenta, presidente de la Comisión de Hacienda de la Cámara Alta.

El “parlamento abierto’’ es esta modalidad que se inventaron en el Congreso para escuchar las posiciones de todos los sectores involucrados en el tema.

Muchas veces este método solo ha servido para validar las decisiones que los legisladores ya tomaron y en otras ni para eso.

Pero, seguramente los senadores sí requerirán de la opinión de los sectores productivos toda vez que el diseño del presupuesto y de los ingresos del Gobierno para el próximo año requerirán una operación con bisturí, no con machete como ha sucedido.

****

Los 70 y tantos diputados que querían boicotear el proceso de selección de las quintetas para la elección de los 4 consejeros del INE se quedarán con las ganas.

El proceso avanza conforme a lo programado; el Tribunal Electoral, como se esperaba, desechó las tres impugnaciones presentadas por candidatos que no pasaron a la final y los diputados de Morena que sí están de acuerdo con el proceso ya hasta tienen candidatos en cada una de las quintetas.

Hoy se votarán los nombres de los nuevos consejeros; si no logran la votación requerida serán seleccionados por insaculación en San Lázaro pero si el mecanismo tampoco arroja los nombres de los ganadores será la Corte quien decida, por sorteo, los nombres de los nuevos consejeros electorales.

Por cierto, sobre el tema, indispensable leer a Sara Lovera, integrante del Consejo encargado del proceso; solo para que se den una idea del papel de reventador de John Ackerman.