FOTO: REUTERS-ARCHIVO Alemania, entre los países menos afectados hasta ahora por covid-19, reforzó este jueves su dispositivo para luchar contra una segunda oleada  

Alemania, entre los países menos afectados hasta ahora por covid-19, reforzó este jueves su dispositivo para luchar contra la pandemia ante el riesgo de una segunda oleada importada por los turistas que vuelven de vacaciones en el exterior.

 

En este contexto, las autoridades alemanas prevén instaurar medidas de confinamiento más severas a nivel local, en caso de un pico de contagios.

 

El gobierno y los estados regionales acordaron decretar “prohibiciones de salida” a nivel de zonas geográficas limitadas, para los habitantes que se vuelvan a confinar tras un rebrote de covid-19.

 

Concretamente, salvo por necesidad absoluta, no podrán abandonar la zona geográfica de confinamiento.

Se trata de una novedad en el país, que hasta ahora contaba con una definición bastante flexible del confinamiento, basada sobre todo en la autodisciplina y la buena voluntad.

 

Inclusive, cuando se llegó al máximo de contagios en marzo y abril, la mayoría de los alemanes, con excepción de los bávaros, no se encontraban estrictamente confinados en sus casas como los italianos, españoles o franceses.

 

No obstante, la nueva medida no incluye distritos enteros, como se previó en algún momento, sino  perímetros más restringidos.

 

Se aplicarán “restricciones a la movilidad innecesaria (…) ya sea en las entradas y salidas” de las zonas en cuestión, señala el texto.

 

Helge Braun, jefe de gabinete de Angela Merkel, precisó que se solicitará al ejército alemán apoyo para estos confinamientos locales, que se establecerán “con mayor rapidez, en un espacio más restringido y con más precisión”.

 

Los soldados contribuirán, por ejemplo, testeando a la población confinada en un lugar preciso, señaló al canal de TV pública ZDF.

 

Esto permitirá, afirmó, restringir estos confinamientos a solamente unos pocos días.

 

Relativamente al margen de la pandemia hasta el momento, Alemania se inquieta ante una eventual segunda oleada de coronavirus, tras el reconfinamiento el mes pasado de más de 600 mil habitantes de dos distritos de Renania del Norte-Westfalia, a causa de un foco de contagio muy importante.

 

Actualmente, las miradas se centran sobre todo en las playas del Mediterráneo, frecuentadas por millones de alemanes cada verano, en particular la isla española de Mallorca.

 

– “Comportamientos inconscientes” –

Las imágenes de cervecerías en la costa sur de la isla, repletas de alemanes sin mascarillas, despertaron la preocupación de varios ministros, en particular del jefe de la diplomacia, quien fustigó el “comportamiento inconsciente” de algunos turistas.

 

“Acabamos de reabrir las fronteras en Europa”, recordó Heiko Maas en una entrevista a la prensa. “No debemos arriesgarnos (a otro confinamiento) a causa de comportamientos inconscientes. Si esto no cambia, las nuevas restricciones serán inevitables”, advirtió el ministro.

 

“Debemos cuidarnos mucho” de que las Baleares no “se conviertan en un segundo Ischgl” –estación de esquí austriaca que fue un importante foco de covid-19– advirtió el ministro de Salud, Jens Spahn.

 

Con 9.078 muertes, Alemania ha sido catalogada hasta ahora como un “buen alumno” en el combate contra la pandemia, lo que se explica, entre otros, por una política de tests masivos y una importante red de hospitales en todas las regiones.

 

TFA