Un supremacista blanco arrepentido que fue condenado a muerte por el asesinato de una familia de tres personas fue ejecutado ayer, en la primera aplicación de la pena de muerte a nivel federal en Estados Unidos, tras el fin de una moratoria de 17 años.

La pausa se sostuvo por debates sobre métodos de ejecución y las drogas utilizadas.

“Daniel Lewis Lee fue ejecutado utilizando la inyección letal”, informó la prisión de la localidad de Terre Haute, en Indiana.

Lee, de 47 años, supremacista blanco que después renunció a esas creencias, fue condenado a la pena capital por el asesinato de una niña y sus padres en 1996 en medio de un robo para obtener fondos para la “República de los Pueblos Arios”. Autoridades calcularon que Lee obtuvo casi 80 mil dólares.

En sus últimas palabras, Lee proclamó su inocencia, según medios locales presentes en la ejecución, criticando al sistema de justicia por ignorar evidencia: “Están matando a un hombre inocente”.

Lee, originario de Yukon, Oklahoma, fue condenado en Arkansas en 1999 y pasó 20 años en el corredor de la muerte.

Earlene Peterson, cuya hija y nieta fueron asesinadas por Lee, había pedido clemencia al presidente Donald Trump pero el mandatario ignoró su petición y el procedimiento continuó.

 

Castigo que persiste

* En EU muchos delitos se juzgan a nivel estatal, la Federación castiga terrorismo o crímenes raciales

* El apoyo a la pena de muerte ha caído en EU, aunque 77% de los votantes republicanos están a favor

* ONU-Derechos Humanos lamentó que Estados Unidos haya retomado ayer las ejecuciones federales

LEG