Nos dicen que podría ser esta misma semana cuando Emilio Lozoya Austin llegue a México, extraditado de España, lo que ha prendido las alarmas entre una buena parte de la clase política que, en  este momento se encuentra encumbrada en algunos cargos, pues dicen que el ex director de Pemex trae bajo el brazo una serie de videos que podrían poner en entredicho su honestidad y en consecuencia derrumbar sus carreras políticas.

 

Fuentes cercanas al caso nos aseguran que, parte de ese documento audio-visual exhibiría a varios miembros de la oposición, quienes habrían recibido fuertes cantidades de dinero, en efectivo, por el solo hecho de palomear la Reforma Energética, que en aquel entonces era la reforma de reformas del régimen peñanietista.

 

La lista incluye a gobernadores en funciones, legisladores y algunos líderes de la oposición, que han tenido un papel beligerante en los últimos meses contra la 4T y que, ante evidencias irrefutables, optarán por ponerse un cubrebocas, y no precisamente para evitar un contagio de coronavirus, sino para guardar silencio, y ver si así ganan indulgencias para evitar ser exhibidos, y en el peor de los casos, implicados en la red de corrupción que provocó graves daños a las finanzas nacionales.

 

Pero la red de complicidad y corrupción no llegaría hasta ahí, sino que alcanzaría a funcionarios de primer nivel del sexenio pasado, entre ellos quien fungía como el poder detrás del trono y quien, desde el Gobierno del Estado de México y luego en el Gobierno federal tejió y movió los hilos a su antojo: Luis Videgaray.

 

La trama de los desfalcos a Pemex está por desvelarse, pero aún falta que se haga justicia en otros casos como el de Ayotzinapa, donde invariablemente tendrá que enfrentar a la justicia el ex titular de la Agencia de Investigación Criminal, Tomás Zerón; o el desvío de recursos públicos para las campañas del PRI, orquestado por el ex Gobernador de Chihuahua, César Duarte. 

 

PRUEBAS COVID EN EL CONGRESO…

 

Nos dicen que en la Cámara de Diputados ya están tomando medidas para evitar que ocurran casos como el del diputado Jorge Luis Preciado, quien acudió a la sesión de finales de junio en la que se aprobaron las leyes para armonizar el T-MEC, sin saber que estaba contagiado de Covid-19 y que a pesar de que le hicieron la prueba, sus resultados se conocieron dos días después de la reunión plenaria.

 

Por tal motivo, a la voz de ya, comenzarán a aplicar las pruebas para detectar si alguno de los legisladores es positivo al SARS-Cov-2, ante la celebración de otro periodo extraordinario de sesiones previsto para el 22 de julio, en el que se elegirán a cuatro consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE).

 

Y es que, no es para echar en saco roto la aplicación de pruebas, pues en San Lázaro se han registrado varios contagios, entre trabajadores, administrativos y los propios legisladores, donde hasta el momento 21 de ellos han dado positivo a coronavirus.

 

 

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@JuanMDeAnda