Alguna preocupación ha causado en la estrategia de seguridad federal la tentación mediática del secretario de Seguridad de Ciudad de México, Omar García Harfuch, porque a veces da la impresión de que se trató de un accidente de tránsito y no de un atentado propio de la narcoguerrilla.

Sin tener información comprobable de los autores ni alguna acreditación a la veracidad del video anónimo del presunto grupo agresor, expertos en inteligencia y seguridad nacional registraron los nombres del padre y el abuelo del funcionario agredido, el importante político Javier García Paniagua y el legendario militar Marcelino García Barragán, el primero considerado el último de los políticos y el segundo asumido como el candado militar a las tentaciones del 68 estudiantil.

El razonamiento del atentado tiene, en este contexto, otro escenario de acumulación de mensajes estratégicos. Por lo tanto, el jefe policiaco quedó tocado con el atentado y por razones de seguridad estratégica y hasta de seguridad nacional no debería tener cargo alguno porque ya tiene la diana de un grupo criminal. Su capacidad y preparación daría para otros cargos menos operativos. Y sería casi hasta un despropósito provocador enlistarlo en la Secretaría Federal de Seguridad.

El atentado debe de haber tenido una lectura y varias líneas de investigación vinculadas a la seguridad nacional del Estado, no sólo por las traiciones internas y la biografía del agredido, sino también por el mensaje de la capacidad de fuerza de un grupo criminal, aún desordenada e improvisada pero superior a la de los policías locales.

El primer preocupado por darle una lectura de inteligencia a su atentado es el propio García Harfuch, pero parece ser el primer interesado en escalar la atención mediática a un asunto de seguridad del Estado. Hay indicios de que el atentado tiene muchos más mensajes estratégicos contra el Estado de lo que quieren aceptar.

 

Zona Zero

  • El PAN inicio la narcoguerra con Calderón en la presidencia y ahora el PAN se hunde en la cártelguerra en Guanajuato. Y ningún estratega de seguridad del panismo ha podido racionalizar la crisis guanajuatense más allá de la queja contra el Gobierno federal. Y las posibilidades del PAN para el 2024 tampoco se van a ahogar en Guanajuato.

 

(*) Centro de Estudios Económicos, Políticos y de Seguridad.

 

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