Foto: Cuartoscuro Los 43 jóvenes de la Normal Isidro Burgos fueron desaparecidos en septiembre de 2014; sus familiares mantienen la exigencia de justicia  

Este miércoles personal de la Fiscalía General de la República (FGR) detuvo a dos integrantes en activo de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), entre ellos un comandante del organismo, imputados por probables actos de tortura en el caso de la desaparición de los 43 normalistas del 26 y 27 de septiembre de 2014.

 

Las órdenes de aprehensión dictadas por un juez federal se efectuaron el domingo en Mérida, Yucatán; y el lunes en la Ciudad de México. Los sujetos –se desconoce su identidad– fueron puestos a disposición del juzgador de la causa para que les definan su situación jurídica.

 

De acuerdo a fuentes judiciales, estas personas forman parte de las 46 órdenes de aprehensión que desde la semana pasada solicitó la FGR a jueces federales en contra de servidores públicos en Guerrero por la investigación de Ayotzinapa.

 

El 26 de marzo pasado, tres exfuncionarios de seguridad fueron también detenidos por probablemente participar en actos tortura.

 

Isidro Junco Barajas, Ezequiel Peña Cerda y Ariel Agustín Castillo Reyes son acusados de tortura, y a los dos últimos también se les señala por el delito contra la administración de justicia y abuso de autoridad.

 

“UN PRIMER PASO”

 

Por otra parte, la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) señaló que la identificación del normalista Christian Alfonso Rodríguez Telumbre, uno de los 43 desaparecidos en 2014, es un primer paso para conocer la verdad.

 

“Refuerza el descarte de la llamada ‘verdad histórica’, que implicó graves violaciones a los derechos humanos y acciones de encubrimiento. También evidencia la necesidad de profundizar sobre este hallazgo y la investigación del caso”, destacó Jesús Peña Palacios, representante Adjunto de la ONU-DH en México.

 

En un comunicado, el organismo calificó como importante continuar las búsquedas que se deduzcan de las líneas de investigación, proseguir con las pruebas periciales y mantener la apertura para solicitar el apoyo de instituciones especializadas, como la Universidad de Innsbruck, cuando sea necesario.

 

 

 

AR