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El 3 de junio del año pasado le conté que el Gobierno federal, a través de la Agencia de Investigación Criminal de la Fiscalía General de la Nación (FGN), logró la captura de los principales líderes y sucesores de la llamada Unión Tepito, Fuerza Unión Tepito y de una célula importante del Cártel Jalisco Nueva Generación.

Esta captura en su momento molestó a diversas organizaciones que venían operando en la Ciudad de México, pero principalmente al Cártel Jalisco Nueva Generación. Era la segunda ocasión que un operativo lograba frustrar el ingreso y una fuerte alianza entre esta organización y los grupos delictivos de la Ciudad.

El anterior operativo que frustró esta detención fue la detención de Dámaso López Núñez, El Licenciado, quien es considerado el sucesor de El Chapo y quien se encontraba ya negociando en 2017 un pacto para operar en la Ciudad de México.

El encargado de esa detención fue también el propio Omar García Harfuch. Una semana antes de dejar la Agencia Federal de Investigación de la aún Procuraduría General de la República, realizó un operativo en el que dio un duro golpe al detener a los líderes del cártel de la Unión Tepito, de la Unión Anti Tepito y de una importante célula del Cártel Jalisco Nueva Generación.

Esas detenciones cambiaron el mapa delictivo de la Ciudad de México por un tiempo. Este operativo semanas después nos enteramos fue un encargo que desde la Presidencia le habían encargado a García Harfuch, pues la Ciudad de México necesitaba de oxígeno.

Meses después este operativo originó que Omar García fuera contratado en el Gobierno de la Ciudad de México y se sumará primero a la policía de investigación de la entonces procuraduría capitalina.

Meses después tomó el mando de la Secretaría de Seguridad Pública Ciudadana. En sus investigaciones logró comprobar que la Unión Tepito se dedicó a crear una red de corrupción al interior de instituciones de seguridad pública de la Ciudad de México, las cuales proporcionaban información clave a este grupo delictivo de acciones operativas en puntos de venta y distribución de droga.

Pero lo que le valió las primeras amenazas fue que en la ahora fiscalía dejó una carpeta de investigación que indica que los elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la CDMX y principalmente los de la Policía Ministerial brindaban protección institucional al momento de la detención de integrantes de su organización delictiva como la Unión Tepito o el Cártel Jalisco Nueva generación.

García Harfuch dejó evidencia de que los elementos ministeriales eliminaban indicios al momento de la puesta a disposición, con lo que los delitos graves no lograban confirmarse y, por lo tanto, los miembros de las organizaciones delictivas quedaban libres a las pocas horas de ser detenidos.

Durante el 2018, Harfuch ha logrado 18 detenciones importantes que han molestado fuertemente al Cártel Jalisco Nueva Generación y que provocaron que se realizara el atentado en su contra.

Es de celebrarse que tras el atentado en su contra los elementos de su corporación realizarán en horas una investigación certera que llevará a la detención de la mayor parte de los responsables y que llevó incluso a detener al presunto autor material del ataque.