Aunque muchos quisieran ver el colapso de la seguridad, hasta ahora no existe ninguna estrategia de lucha contra el Estado, por parte de las organizaciones criminales. En todo caso, eso sí, estamos ante un colapso de las oficinas principales de inteligencia para cumplir con su función primordial: prever.

La lista es preocupante, pero siguen sin tener vasos comunicantes: el asesinato de un juez en Colima, la imprudente declaración del ministro presidente de la Suprema Corte sobre un “crimen de Estado”, el secuestro y rápida liberación de un general de una estrella, los muertos en zonas del interior por conflictos aislados, los asesinatos de jefes policiacos por traiciones de compromisos, el rumor sobre la muerte del jefe del Cártel Jalisco Nueva Generación y la violencia de policías locales sin capacitación ni controles contra la sociedad.

La estrategia de seguridad del secretario Alfonso Durazo Montaño sigue vigente y con control de riendas, pero las decisiones finales las asume el Presidente de la República. En todo caso, el hoyo de desorganización se localiza en el Centro Nacional de Inteligencia (CNI, sucesora del CISEN) porque su función es prever y sugerir, pero carece de capacidad para recopilar información de inteligencia.

No se tienen datos claros en el sentido de que los sucesos anteriores formen parte de una estrategia integral de guerra del crimen organizado, pero aún siendo eventuales generan un clima de incertidumbre social. De todos modos, corresponde al Estado asumir los hechos en escenarios estratégicos. El asesinato artero de un juez y su esposa, delante de sus hijas menores, aún sin tener claros los motivos, impacta en los ánimos sociales y exigen respuestas estratégicas del Estado.

 

Zona Zero

  • Cuando el clima se le descompuso al presidente Salinas de Gortari por el enfrentamiento con sectores sociales, el regente Manuel Camacho Solís delineó una estrategia de cuidar la seguridad de una lista de personajes clave de la vida política nacional. Y la acompañó de un análisis cotidiano de inteligencia de los climas sociales para impedir agresiones individuales que fueran leídos como guerras clandestinas. El asesinato de Colosio le dio la razón.

 

(*) Centro de Estudios Económicos, Políticos y de Seguridad.

 

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