La pandemia de Covid-19 y las medidas rígidas por parte de Estados Unidos provocaron que los traficantes de personas, conocidos como “polleros”, aumentaran los costos que oscilan de ocho mil a 11 mil dólares que en moneda nacional alcanza hasta 242 mil pesos para cruzar a migrantes al país vecino.

Los anterior, de acuerdo con el investigador del Colegio de la Frontera Norte (Colef), José María Ramos, quien comentó que los costos son más altos debido a la dificultad de llegar a la frontera y se están adaptando a las propias circunstancias.

“Ellos han utilizado además de cruzar por áreas inhóspitas, montañas, también están utilizando la manera de entrar con documentos -falsos- eso tiene un mayor costo”, manifestó en una entrevista con 24 HORAS.

Indicó que se está dando un proceso de adaptación, “si bien en Estados Unidos hay una disminución en remesas, porque la economía esta baja, el gobierno de ese país va a tratar de reactivarlo por el tema electoral”.

Ramos destacó que en la medida que se dificulta el paso, se incrementa el precio y existen diversos flujos como las caravanas que no tienen recursos para llegar a la frontera, pero hay otro sector que tiene la capacidad de pagar.

Respecto a las rutas que comprenden las que atraviesan por San Luis Potosí, el también académico dijo que pasan por Matamoros, Tamaulipas, donde hay un cierto vínculo entre los grupos delictivos y los tratantes de personas.

“En la medida que se dificulta el cruce de drogas, intentan que las personas que van a la frontera lleven algún tipo de narcóticos, por eso el reforzamiento en la frontera por el suroeste de Texas, porque ahí pasa alrededor del 60% de los migrantes”, detalló.

Abundó que a medida que se acentué la crisis en ambos países viene un proceso fuerte sobre todo en Centroamérica y si eso se adiciona a menos remesas, la gente tendrá un mayor interés de acudir a Estados Unidos.

En tanto Grupos Beta del Instituto Nacional de Migración (INM), señaló que entre el 1 de enero y el 31 de mayo de este año, han realizado acciones de rescate de mil 29 extranjeros de diferentes nacionalidades al encontrarse en situaciones de riesgo.

En los primeros cinco meses, se han recuperado 17 cuerpos de ellos cuatro mexicanos; dos guatemaltecos y uno hondureño; los 10 restantes no portaban alguna identificación.

Por otra parte, la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA por sus siglas en inglés) que se dedica a la investigación e incidencia que promueve los Derechos Humanos en las Américas, refirió que, en la repatriación, incluyendo personas separadas de sus familias, no han sido considerados ni priorizados en las políticas públicas.

Consideró que una vez en territorio mexicano, los migrantes se enfrentan a opciones de albergue limitadas, situación de calle en muchos casos, inseguridad, angustia, xenofobia, un sistema de salud que no responde y una economía en quiebra.

LEG