Por Gaby Salido

La pandemia por COVID 19 nos ha forzado literalmente a detener el mundo y replantearnos nuestra visión como sociedad actual, en contraposición a todos los daños en materia de salud y económicos, esta parálisis forzada irónicamente trajo una serie de beneficios ambientales para el planeta.

¿Cómo podemos abonar a darle un respiro a la Tierra sin interrumpir nuestras actividades? La respuesta es transformándolas y una propuesta innovadora es apostarle a la agricultura urbana para lograr un ciudad verde y sostenible.

Esta actividad consiste en la siembra y cosecha de ciertos alimentos en el corazón mismo de las ciudades, aprovechando lugares disponibles para esos efectos, o bien, adaptando y transformando ciertos espacios públicos, azoteas, fachadas, entre otros.

Si tomamos en cuenta que de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) el 80% de todos los alimentos producidos en el mundo se destina al consumo en las ciudades, los llamados huertos urbanos sin duda fomentan el autoconsumo para lograr un grado mayor de seguridad alimentaria, y contribuyen al impulso de actividades económicas locales.

Por ejemplo, derivado del confinamiento por la emergencia sanitaria en la Ciudad de México, muchas familias se vieron imposibilitadas a acceder a productos de la canasta básica debido a la falta o disminución de sus ingresos, o bien, al aumento del precio de los mismos. Estando en juego literalmente el llevar alimentos a la mesa ¿No sería ideal poder garantizar que, a pesar de las condiciones adversas, las personas siempre tengan acceso a una alimentación sana y de calidad? Pues a través de los huertos urbanos, es posible.

Además, la presencia de este tipo de infraestructura es fundamental para aumentar las áreas verdes en las ciudades, en el caso de nuestra capital esto cobra relevancia ante las alarmantes cifras que nos dicen que en muchas de las Alcaldías no se alcanza el porcentaje en metros cuadrados de área verde por habitante recomendado por la Organización Mundial de la Salud, que oscila entre 9 y 11.

Es por eso que, siguiendo el ejemplo de las grandes urbes del mundo, y con el objetivo de alcanzar diversas metas específicas planteadas en la Agenda 2030, es que en la Ciudad de México debemos apostarle a generar conciencia sobre los beneficios de la agricultura urbana e impulsar políticas públicas que permitan a la ciudadanía acceder al desarrollo de esta actividad.

Es por eso que estaremos presentando una iniciativa para transformar la Ley de Huertos Urbanos de la Ciudad de México a fin de lograr que tanto autoridades como ciudadanía en conjunto transitemos rumbo a una ciudad sostenible, pues hoy ya no es una opción sino una necesidad de la cual depende nuestra supervivencia y la de generaciones futuras. ¿Contamos contigo?

LEG