Más allá de la chunga que provocó el documento presentado por el vocero presidencial en el que da cuenta de un imaginario Bloque Opositor Amplio (BOA), cabría preguntarse ¿para qué le dan ideas a los que se consideran “moralmente derrotados”?

Según las más recientes encuestas, Morena mantendría la mayoría en la Cámara de Diputados si cuenta con sus aliados electorales. La única forma en la que perderían esa mayoría sería justamente lo que un “personero” de Morena llevó a El Universal y que al día siguiente de que lo batearon de ese diario, llegó a Palacio Nacional y ahí se dio a conocer el documento.

Ante el llamado del presidente López Obrador de tomar partido entre la transformación que él encabeza y la oposición a ese proyecto, el BOA encaja a la perfección, es decir, un bando de liberales y otro de conservadores -leído esto como la pugna decimonónica entre el General Zuloaga y Juárez- por el control legislativo del país.

En caso de que el famoso BOA se concrete, los partidos y las organizaciones que lo conformarían tienen que buscar perfiles tan fuertes en cada uno de los 300 distritos del país más candidatos en 15 entidades en las que se elegirá gobernador y 4 mil cargos de elección popular (presidentes municipales, diputados locales, síndicos y regidores) que derroten a los de Morena.

En tanto, Morena tendría que encontrar entre los suyos a quienes garanticen no solo el triunfo, sino que no sean objeto de tentaciones -como ya ocurrió- de personajes que a la primera de cambios se venden en campaña y se dejan ganar, o ya estando en el cargo, se cambian la camiseta.

Así pues, queriendo o no, quien redactó el documento que se presentó como BOA, le dio la receta a la oposición para enfrentar a la base electoral que simpatiza con López Obrador y su proyecto.

Muchos de los simpatizantes de Morena y el Presidente usarán el documento BOA para iniciar el golpeteo político-electoral en contra de quienes ven como adversarios. Sin embargo, se pueden equivocar, porque no todos los que ellos ven como enemigos serán los que compitan por los cargos públicos.

No les vaya a saltar la liebre de donde no se esperan.

La Letrina. Víctor Trujillo, Ciro Gómez Leyva, Carlos Loret y otros de los mencionados en el BOA se deslindaron de inmediato del presunto complot en contra del presidente López Obrador. Algo si puedo decir de los tres mencionados, es nunca los he escuchado tener aspiraciones políticas, por el contrario, siempre los he visto comprometidos con su labor periodística y de análisis del acontecer nacional. Ninguno de ellos es un “vulgar ambicioso” en la búsqueda de cargos políticos.

 

                                                                                                                                              @Fercoca