José Ureña

El acuerdo es que no hay acuerdo.

Y ante la falta de entendimiento, mejor no difundir las diferencias y mantenerlas guardadas en espera de pláticas futuras.

Así puede sintetizarse lo sucedido ayer entre representantes del Gobierno federal y prácticamente todos los mandatarios estatales.

Del lado central hubo noticias:

Todo mundo esperaba la participación del canciller Marcelo Ebrard, a quien se presentó tiempo atrás como coordinador e inclusive él organizó la primera conferencia virtual.

Pero no, la conducción regresó a la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, junto con el subsecretario Hugo López-Gatell y, creen los gobernadores, alguien tras escena para avalar.

¿Y en qué no hubo acuerdo?

En lo fundamental: no saben, no hay congruencia y menos coordinación en los propósitos de entrar a la reactivación económica en armonía.

En los estados se tienen percepciones distintas a la capital y por ello rechazan el semáforo de rojo, naranja, amarillo y verde.

ESTADOS EN ROJO

Todo está en rojo para los gobernadores.

Tal vez menos para el poblano Miguel Barbosa, quien pasó de críticas a la estrategia federal de quejas por falta de apoyos a la aprobación total.

En los restantes se vieron grupos muy bien definidos.

Las críticas mayores provienen de los panistas, quien aclararon: los 60 mil millones de pesos para estabilizar los presupuestos estatales son una obligación, no una concesión.

Por lo tanto, debe entregárseles y los esperan pronto.

Obviamente con ellos van todos, en especial quienes se les han acercado mucho como el jalisciense Enrique Alfaro y el michoacano Silvano Aureoles.

Entre los priistas hay actitud conciliatoria -Claudia Pavlovich, Juan Manuel Carreras, Héctor Astudillo, no se diga Omar Fayad-, pero insisten en mayor coordinación.

De los morenistas ni hablar, su origen y padrinazgo los obliga a mantener obsecuentes con las decisiones federales.

Pero no tanto para sacar a la población con riesgo de mortandad.

Y ante el desacuerdo, mejor no sacar un comunicado… pero tampoco versiones contradictorias como la semana pasada.

TODA LA INDUSTRIA

1.- El primer estado donde tendrá permiso para operar toda la industria será Oaxaca.

Desde hoy, anunció el gobernador Alejandro Murat, podrá reanudarse la producción de mezcal, a la par del regreso de la construcción y la minería.

Pero el semáforo se mantiene en rojo y no se reabrirán los servicios turísticos, generadores de mayor ingreso económico para la entidad.

Esto vaticina la posposición o tal vez cancelación de la principal fiesta oaxaqueña, la Guelaguetza, de atracción mundial.

Tampoco se relajarán las medidas de prevención y menos se pensará en regresar a clases aunque varios municipios estén libres de coronavirus.

-Esto sucederá hasta que el semáforo esté totalmente en verde -subrayó Murat, y se hará en coordinación con el secretario Esteban Moctezuma.

Y 2.- Afectos personales y fama de honestidad llevan a Jaime Cárdenas al Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado (Indep).

Cárdenas sustituye a Ricardo Rodríguez con la encomienda de dinamizar al organismo de creación sexenal.

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