Foto: Reuters  

Meng Wanzhou, hija del fundador de la empresa china de telecomunicaciones Huawei, perdió hoy una batalla judicial cuando una juez canadiense determinó que puede proseguir el juicio para su potencial extradición a Estados Unidos.

 

 

La jueza Heater Holmes de la Corte Suprema de Columbia Británica difundió este miércoles su decisión, en la cual determinó que los cargos por los cuales Estados Unidos quiere extraditarla para juzgarla son también crímenes en Canadá.

 

 

El principio de “doble criminalidad” que encontró la jueza, con 40 años de experiencia, se aplicó en el caso de extradición más importante en la historia canadiense y podría afectar de manera negativa las relaciones entre el país norteamericano y China, advirtió The Globe and Mail.

 

 

Meng, de 48 años de edad, ocupaba en el momento de su detención en diciembre de 2018 el puesto de vicepresidenta financiera de Huawei, que fundó su padre Ren Zhengfei, lo que despertó una fuerte queja de China.

 

La ejecutiva fue detenida a petición de Estados Unidos, que la acusa de haber mentido a un ejecutivo del banco HSBC en Hong Kong acerca del control de Huawei sobre una compañía que se presumía violó las sanciones de Washington a Irán.

 

En la demanda, los fiscales estadounidenses subrayan que la presunta mentira de Meng puso a la institución bancaria en riesgo de ser encausada y tener pérdidas por violar dichas sanciones, recordó la Canadian Broadcasting Corporation (CBC).

 

 

Holmes determinó que ese cargo también podia constituir un crimen en Canadá, por lo cual procede el juicio de extradición aunque este país no haya aprobado las sanciones a Irán.

 

 

Holmes advirtió que el Ministerio de Justicia aún puede valorar si conceder la extradición de Meng violaría los valores de Canadá, pero el mencionado ministerio, tras conocer la decisión de la jueza, anunció que seguirá adelante con el proceso.

 

 

La víspera el vocero del ministerio de Exteriores chino, Zhao Lijian, llamó de nueva cuenta a la liberación de la ejecutiva. Pidió a Canadá corregir lo que insistió en llamar “error”, asegurar el regreso a salvo de Meng y evitar que se dañen las relaciones bilaterales.

 

DAMG