Rusia envió recientemente aviones de combate a Libia para apoyar a mercenarios que combaten junto a las fuerzas del mariscal Jalifa Haftar en el conflicto que desangra al país africano, afirmó este martes el ejército estadounidense.

 

“Rusia intenta claramente volcar la balanza a su favor en Libia”, condenó en una comunicado el general comandante de las fuerzas estadounidenses en África, Stephen Townsend, desde su cuartel general con sede en Stuttgart, Alemania.

 

“Como lo ha hecho en Siria, extiende su control militar en África utilizando a grupos de mercenarios apoyados por el Estado como el grupo Wagner”, añadió, lo que violaría el embargo de la ONU sobre las armas en el país y las promesas de no intervención en el conflicto interno.

 

Los aviones de combate rusos de cuarta generación “llegaron a Libia desde una base aérea rusa tras haber transitado por Siria, donde creemos que fueron repintados para esconder su origen”, indicó el general comandante del ejército estadounidense en África.

 

“Observamos todas las etapas del despliegue de aviones de combate rusos en Libia”, agregó, subrayando que probablemente los aparatos estaban destinados a “aportar apoyo aéreo y capacidad ofensiva al grupo Wagner”.

 

El mariscal Haftar dirige una ofensiva desde hace más de un año para apoderarse de Trípoli, en el oeste de Libia, donde está radicado el Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA), apoyado por la ONU.

 

Pero los combates se estancaron al sur de la capital, y el bando de Haftar registró varias derrotas en las últimas semanas.

 

Rusia siempre ha negado intervenir sobre el terreno

 

Sin embargo, a principios de mes un informe de expertos de la ONU confirmó la presencia en Libia de mercenarios del grupo Wagner, al parecer próximo al presidente ruso Vladimir Putin. Varias centenas de mercenarios estarían desplegados actualmente en el país, según el GNA.

 

Las fuerzas armadas estadounidenses consideraron que se estaba preparando “una nueva campaña aérea” con “pilotos mercenarios rusos volando en aparatos proporcionados por Rusia para bombardear a los libios” y tomar el control de las bases aéreas de la costa.

 

Los dos poderes rivales de Libia están apoyados por distintas potencias extranjeras.

 

Emiratos Árabes Unidos y Rusia apoyan al bando de Haftar, mientras que Turquía interviene militarmente en favor del GNA. Gracias al creciente apoyo de Ankara, las fuerzas del GNA encadenaron éxitos militares en las últimas semanas.

 

PAL