El próximo 6 de noviembre, Estados Unidos vivirá una de las elecciones más difíciles en su historia. Tras un cierre positivo de la economía americana en donde las probabilidades de relección para Donald Trump rondaban más de 90%, el Covid-19 vino a cambiar la historia reciente y el escenario de probabilidades.

La economía americana transita en medio de una gran contracción económica y próxima a una formal y muy fuerte recesión, con un nivel de desempleo histórico. Sin embargo, existe un claro mensaje del Gobierno americano, Presidente y Congreso, de poner el recurso que sea necesario para tratar de amortiguar esta caída, pero hablamos del doble de dinero que se inyectó en 2008 si lo comparamos vs el tamaño de la economía de cada momento.

Revisando seis encuestas actuales de la unión americana, Joe Biden trae una ventaja entre uno y hasta ocho puntos porcentuales, mientras que en las Casas de Apuestas, en tres de cuatro, Biden tiene ventaja entre dos y hasta once por ciento, mientras Donald Trump aventaja en una por ocho puntos porcentuales.

De ahí, se desprende la necesidad urgente del Presidente de reabrir la economía, la incertidumbre de gobernadores entre reabrir por la necesidad económica vs el número de infectados y riesgo político de una decisión errónea.

Ambos candidatos presidenciales centran sus ataques contra China, por el manejo de la información del coronavirus y todo el impacto económico y social generado en el mundo. Actualmente, un 75% de la sociedad americana tiene una visión desfavorable de China cuando hace dos años, cuando Donald Trump inició la presión comercial con ese país, solamente un 47% de la sociedad veía a China negativamente.

Joe Biden además, acusa a Donald Trump por el mal manejo de la pandemia, de haber mermado las capacidades científicas y de atención médica en el país. Joe Biden apoyó a Obama en la recuperación de la economía de la crisis de 2008 – 2009 que fue financiera.

Donald Trump mantiene mensajes de protección a la industria con tintes xenófobos (hostilidad hacia extranjeros, especialmente China), acusa a Biden de ser “blando con China”, acusa a China de haber creado el virus en un laboratorio en Hunan, presiona a la OMS de haber dado información tardía cuando Estados Unidos es el principal aportador de dinero. También está presionando la salida de acuerdos sobre el control de armas con Rusia, para buscar incluir a China, entre otros acuerdos.

Gobierno y Congreso tienen con visión común, dotar de dinero a la economía de manera directa o presionando a la Fed para que los mercados “traten de aguantar” lo mejor posible, de aquí a las elecciones. Demócratas presionan por nuevos incentivos fiscales que incluyan apoyos a los estados y los Republicanos lo cuestionan por el efecto político. Jerome Powell habla de un riesgo de rebrote a finales de año y avala más apoyo fiscal a la economía.

La moneda está en el aire, pero el tiempo juega en contra de Donald Trump. Veremos si la economía logra estabilizarse para el tercer trimestre del año, que será fundamental para el voto de la sociedad.

 

                                                                                                                                                         @1ahuerta