Por Gaby Salido

El pasado 22 de mayo, sostuve una reunión virtual llamada “Movilidad antes y después de la Pandemia” donde me acompañaron Roberto Remes Tello, el es un especialista en temas de espacio público y movilidad y Alejandro Curiel, activista y defensor de derechos vecinales. En conjunto analizamos algunas de las acciones tomadas por las autoridades en la ciudad en materia de movilidad a partir del inicio de la emergencia por la pandemia del COVID-19, llegando a algunas reflexiones que quiero compartirles:

Actualmente estamos viviendo una política basada en la improvisación, donde todo se vuelve reactivo y con tal de no darle la razón a quien considera su adversario u oponente, esta administración particularmente en materia de movilidad no está dispuesta a ceder.

Asimismo, según lo señalado por Alejandro Curiel existe total falta de transparencia en vartios tópicos en la materia, resaltando la que existe en la operación de parquímetros, particularmente en la zona de la colonia Anzures.

Se destacó que a raíz del inicio de la cuarentena y el respeto de la población a la medida de quedarse en casa, ha provocado que hoy estacionen sus automóviles en las calles de esta colonia, enfrentando en muchos casos el cobro por el uso del cajón dado que el trámite tarjetones especiales que tardan hasta 10 días para su expedición.

Roberto Remes precisó que no se ve una estrategia clara en materia de movilidad en la ciudad que acompañe a las medidas tomadas por la autoridad para prevenir el contagio durante esta crisis y señaló que dentro de estas estrategias deberían considerarse los carriles segregados que permitan la libre circulación del transporte público y bicicletas, transporte especial a través de rutas que se atiendan con camiones de transporte de personal o escolar para personas mayores de 60 años y aquellas personas con diversas condiciones de salud que los pongan en mayor riesgo ante un posible contagio de este virus.

También hicimos referencia a la importancia de las ciclovías temporales, tema donde coincidimos que seria una buena medida para disminuir la afluencia de usuarios del transporte público e inclusive podria ser una medida que se vuelva definitiva, sin embrago para que pueda ser realizable, se deben de ofrecer las condiciones minimas de seguridad para que los peatones se sientan protegidos, lo que desafortunadamente no estamos viendo una politica concreta en materia de seguridad ademas de que la percepción general de los ciudadanos es de no sentirse seguros en varias partes de la CDMX.

Cabe destacar que en materia de transporte colectivo privado, durante la discusión en este foro, se planteó en la necesidad de permitir de forma regulada la operación de empresas que presten este servicio, siendo una alternativa para realizar viajes colectivos y seguros, sin embargo la inacción de las autoridades se vuelve el ejemplo mas claro de que la actual administración no ha cambiado nada su visión a pesar de la crisis e insisten en la estatificación del transporte lo que no permitirá ningún cambio sustentable a mediano y largo plazo.

Esta actitud de que el estado debe asumir todo, nos está llevando no hacer nada, a correr a cualquier empresa que quiera abonarle al sistema de movilidad de la ciudad cuando históricamente ha sido necesario porque no tenemos el presupuesto necesario como para tener el sistema de movilidad que deseamos.

Como ejemplo de esto tenemos el caso de Ecobici, las malas decisiones de la autoridades han propiciado un servicio caro y limitado a la participación de diferentes empresas en la ciudad.

Esta es nuestra realidad y tendremos que estar impulsando medidas que señalen o que visibilicen las omisiones que estamos teniendo en términos de sanidad en el uso del espacio público, para poder quizás impulsar la apertura de una pequeña rendija en la que puedan colarse acciones adicionales que nos permitan soportar el sistema de movilidad durante y después del Covid-19.”