En manos de las autoridades se encuentra el futuro de los gimnasios en México. En días previos, trascendió un documento no oficial, en donde se adelantó que la posible reapertura de estos centros deportivos se llevaría a cabo hasta septiembre, hecho que sería “catastrófico” para la industria pues pondría en riesgo la estabilidad de más de 800 mil empleos y se perdería 80% de los ingresos que perciben cada mes.

Así lo advirtieron líderes del sector, quienes esperan que este miércoles el Gobierno de la Ciudad de México defina la fecha en que los gimnasios volverán a operar.

“Es tremendo lo que está pasando en la industria, no podemos seguir así sin activar la economía”, dijo a 24 HORAS, Nelson Vargas, vocero de la Asociación Mexicana de Gimnasios y Clubes (AMEGYC).

En entrevista, quien fuera titular de la Comisión Nacional del Deporte (Conade) durante el sexenio de Vicente Fox, informó que de marzo a la fecha, se mantuvieron cerradas 18 sucursales de su empresa especializada en natación, hecho que le dejó pérdidas por 20 millones de pesos.

“Es tremendo y seguramente eso les estará pasando a otros compañeros que tienen sus gimnasios.

Por ejemplo, Smart Fit que atiende a 500 mil socios y tiene 170 locales, tendrá alto costo de renta. Ha sido catastrófico para toda la industria”, expresó.

Al ser cuestionado sobre el posible despido de empleados, Vargas respondió “eso será indudable, seguramente los habrá”.

Por separado, Oriol Cortés, director general de Smart Fit, adelantó que los miembros de la industria Fitness ya presentaron a la Secretaría de Salud un protocolo de medidas sanitarias con el fin de que los dejen operar antes de septiembre, mismo que incluye espacios entre caminadoras, sana distancia entre los usuarios en clases aeróbicas, y la exigencia de usar una sola vez las toallas sanitizantes que ofrecen gratis a sus clientes.

“Para nosotros abrir hasta septiembre es un golpe muy fuerte. Muy pocos gimnasios podrán aguantar”, lamentó.

Las afectaciones directas para Smart Fit son que se frenará su proyecto de expansión de sucursales a nivel nacional, pues de 40 gimnasios que preveían abrir este año, sólo tienen concretados 11.

Aunque cuenta con una inversión de cinco mil millones de pesos, como “caja fuerte” para soportar la situación.

En contraste, pequeños empresarios como Jaime Bandera, dueño de FitCorner, centro especializado en clases de Crossfit y Box, señaló que en junio se reanudará el pago de rentas de los locales, lo que pondrá en riesgo la estabilidad de los centros deportivos.

“Los ingresos se van a perder en 80% si nos mandan hasta septiembre, creo que vamos a tener sólo 15% de ingresos que se tenían antes. No hay manera de mantener físicamente el negocio y tendríamos que dejar los locales e irnos 100% a la parte virtual, entonces habría pérdida de empleos”, alertó.

 

Frase:
“Si las autoridades quieren menos gente en los hospitales, tienen que abrir los gimnasios”
Nelson Vargas, presidente de la AMEGYC

 

Los claroscuros entre volver o no

Si bien la tecnología ayuda a que empresas como FitCorner ofrezcan en línea de manera gratuita sus rutinas de ejercicio, usuarios como Roberto Uscanga actor y profesor de teatro, están convencidos en que el contacto humano es un ingrediente indispensable en el entrenamiento físico.

“Aunque sigo entrenando en casa, sí extraño ir al Crossfit, porque es una disciplina que se comparte. Estoy convencido en que el hecho de ir al gimnasio aumenta el compromiso y la sensación de comunidad”, dijo en entrevista.

De acuerdo con un sondeo realizado por 24 HORAS, la gente tendría la confianza de regresar a un gimnasio si se garantizan las medidas de sanidad y protección necesarias para entrenar. La actividad física que más extrañan y por la cual volverían, sería la natación, pero con el protocolo sanitario respectivo.

“Sí regresaría y no importa si aumenta la mensualidad siempre y cuando tomen las medidas para limpiar cada aparato después de su uso”, expresó Eréndira Barrios.

En contraste, algunos otros temen que por volver a los centros deportivos, se amplíe la probabilidad de contagio por coronavirus.

“Cuando uno aprende a ejercitarse sin necesidad de un gimnasio y acorde a sus necesidades, empieza a ver el gasto del gimnasio como algo poco necesario. Incluso, con lo que pagaba de Gym en medio año en el club al que iba, ahora ya tengo una buena caminadora y otros aparatos para mí uso exclusivo, con la higiene que necesito y para mí uso ilimitado”, explicó Gina Ledesma.

Opinión que Daniela Álvarez también secundó. “Voy a cancelar mi membresía por miedo a contagiarme. Veo complicado que todas las personas cumplamos con las medidas de seguridad”, dijo.

Para otros usuarios como Carlos Emiliano Ávila, el riesgo de contagio no sólo estará en gimnasios, sino también en bares, cines y restaurantes, por lo que piensa en evitar acudir a ellos.

 

LEG