Es la tercera mujer que ocupa el cargo de primera ministra en su país, y la segunda en dar a luz durante sus funciones como jefa de Gobierno. Además, la lideresa más joven en asumir el cargo en Nueva Zelanda, y la más joven mandataria de todo el mundo. Es Jacinda Ardern, quien ha causado gran admiración por las eficaces medidas que utilizó para combatir al coronavirus en su nación, con cifras muy bajas de contagios (mil 147) y muertes (21) por Covid-19.

Dividió en cuatro fases la contingencia en el país del suroeste del Océano Pacífico, la primera indicación fue que toda persona que ingresará a la nación permanecería en aislamiento durante dos semanas, luego prohibió la entrada a extranjeros, pues ya se registraban 28 contagios.

Finalmente anunció el confinamiento forzoso, cerrando locales que no fueran de primera necesidad y solamente podían salir las personas a comprar víveres o medicinas y los empleados de servicios esenciales. Su lema: “dale duro y dale pronto” para atacar este nuevo mal.

Logró conectar con sus connacionales creando un lazo de empatía, pues durante el primer día de aislamiento la ministra en sus redes sociales dio un mensaje después de acostar a su hija, su manera de demostrar que ella se encontraba en las mismas condiciones que todos y tenían que adaptarse a permanecer en casa. Ella y su gabinete se redujeron 20% su salario.

Este hecho no es el único con el que la funcionaria originaria de Hamilton ha mostrado solidaridad, pues durante su cargo se han presentado situaciones como la masacre del 15 de marzo de 2019, cuando el australiano Brenton Tarrant atacó dos mezquitas en Christchurch, en la isla sur del país, y mató a 51 personas, hecho que fue transmitido en vivo por las redes sociales.

Ardern anunció la reforma de la Ley de Armas del país y mostró su lado humano al acudir cubierta con un hiyab a consolar a los familiares de las víctimas… quizás por eso ella ocupa el segundo puesto en el ranking de los 50 mejores líderes del mundo de la revista Fortune.

LEG