Foto: Twitter @monisotofregoso/Archivo La magistrada de la Sala Superior inaugura Encuentro Nacional de Magistradas Electorales “Mujeres, derechos y COVID-19”, y afirma que esta violencia es vista como una pandemia más antigua y más mortal  

La magistrada de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Mónica Aralí Soto Fregoso, informó que identificaron “focos rojos” en algunos tribunales electorales del país, relacionados con la violencia política contra las mujeres en razón de género.

 

Al inaugurar el Encuentro Nacional de Magistradas Electorales “Mujeres, derechos y Covid-19”, celebrado de forma virtual, con el presidente del TEPJF, Felipe Fuentes Barrera, la magistrada Soto Fregoso detalló que previamente se realizaron cinco Encuentros de Magistradas Electorales, uno por cada circunscripción del país, en los que participaron 52 magistradas incluyendo las salas regionales del TEPJF, lo que les permitió conocer a nivel local y municipal la diversidad de los contextos con que cuentan las mujeres para el ejercicio de sus derechos.

 

En el Encuentro participaron Alejandra Mora Mora, secretaria ejecutiva la Comisión Interamericana de Mujeres de la Organización de los Estados Americanos (CIM-OEA); Nadine Gasman, presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES), instancias con las que el TEPJF coorganizó el encuentro, además de la presidenta del Senado, Mónica Fernández Balboa; la presidenta de la Comisión para la Igualdad de Género de la cámara alta, Martha Lucía Micher Camarena y la consejera del Instituto Nacional Electoral (INE), Dania Paola Ravel Cuevas, así como más de 90 magistradas de tribunales estatales y de salas regionales del TEPJF.

 

Mónica Soto -Coordinadora del Encuentro Nacional de Magistradas Electorales- detalló en su participación que en los foros previos registraron “focos rojos” que van desde los controles institucionales para garantizar el acceso a la justicia electoral de las mujeres en el ámbito de la impartición de justicia; los recursos económicos con que funcionarán los tribunales electorales locales y sus capacidades internas para responder al fenómeno, además de los efectos socioeconómicos que se vislumbran para las mujeres, y el incremento de las brechas de desigualdad de género “que representará tal vez un retroceso en los logros obtenidos, tras la pandemia del Covid-19”.

 

“¿Cómo van a llegar las mujeres a querer ser candidatas? ¿Cómo van a llegar, qué tan fuertes van a salir de este confinamiento? ¿Cuáles son las condiciones sicológicas, emocionales, también en las que van a llegar a los procesos electorales, a querer dar todo, a poderlo dar, y qué vamos a hacer nosotras para garantizar que lleguen mujeres fuertes, empoderadas y que vivan en condiciones mínimamente equitativas con los hombres para competir en los procesos electorales?”, reflexionó.

 

La magistrada Mónica Soto refirió que aunque las mujeres están en la primera línea de atención en los servicios de salud, en medio de la pandemia del Covid-19, aún no tienen visibilidad en los espacios de toma de decisiones públicas, lo que ha sido uno de los grandes retos definidos en los cinco foros previos.

 

Se pronunció por evitar que la violencia que las mujeres viven en sus hogares se traslade a los próximos comicios para inhibir su participación, y por emitir de forma oportuna los instrumentos para operar las recientes reformas para combatir la violencia contra la mujer, así como la reparación del daño.

 

En una segunda etapa, adelantó, socializarán los diagnósticos que se generaron en los cinco foros con los magistrados de cada entidad, con el fin de proponer acciones específicas en cada órgano de impartición de justicia.

 

La magistrada Soto Fregoso consideró que históricamente la pandemia de la violencia contra la mujer, en todas sus formas, es más antigua y ha sido quizá más mortal de lo que será el Covid-19. “Se habla también ya de otra pandemia: la violencia contra las mujeres. La violencia en todas sus formas. Esta, me atrevo a decir, que es una pandemia más antigua, y quizá más mortal que el Covid”, afirmó.

 

El presidente del TEPJF Felipe Fuentes Barrera destacó a su vez la importancia de este encuentro y recordó que en la pandemia por Covid-19, a las mujeres se les coloca en situaciones dependencia, exclusión y vulnerabilidad para ejercer sus derechos humanos.

 

La emergencia sanitaria, indicó, además de lo lamentable de la pérdida de vidas, ha exacerbado la violencia contra las mujeres con las medidas de confinamiento, como se había anticipado.

 

En ese contexto, Fuentes Barrera reconoció la importancia de que se haya aprobado la reciente reforma que combate la violencia política en razón de género, “herramienta poderosa” para aspirar a un futuro en el que las mujeres puedan ejercer de manera libre sus derechos político-electorales. “Tenemos que luchar contra intereses creados, contra una cultura generada por muchos años”, asentó.

 

La presidenta del Senado, Monica Fernández, agregó que es necesario contar con una defensoría para las ciudadanas, como ya se hace en otras dependencias, mientras que la senadora Malú Micher refrendó la importancia de la reforma publicada en materia de violencia política de género para combatir este flagelo.

 

Nadine Gasman destacó que hoy “la política empieza a ser un campo posible y cada vez más igualitario para las mujeres. Debemos seguir aprendiendo de las miradas de las mujeres indígenas, afromexicanas, de los colectivos de la diversidad sexual, de las mujeres con discapacidad”.

 

Alejandra Mora Mora recordó que cuando las mujeres no están en los espacios públicos de decisión, su agenda simplemente no está presente. Además del reto de la paridad, dijo también se debe ver la capacidad de esas representantes para llevar al debate dicha agenda.

 

 

 

 

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