Cuba acusa de “negligencia criminal” a EU tras ataque a embajada

La cancillería cubana acusó este martes al gobierno estadounidense de haber propiciado el presunto ataque terrorista contra la embajada de Cuba en Washington, al haber actuado con “negligencia criminal”, ignorando las alertas presentadas por el agresor desde tiempo atrás.

Según informó en conferencia de prensa el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, el responsable del “ametrallamiento” a la sede diplomática, identificado como Alexander Alazo Baró, acudió a las autoridades de estadounidenses desde meses previos, pidiendo ayuda a causa de una supuesta “persecución” en su contra.

El sospechoso reafirmó en varias ocasiones antes del ataque que el crimen organizado cubano quería matarlo. No obstante, en las declaraciones realizadas por su esposa, destacó que el hombre padecía indicios de esquizofrenia y delirio de persecución.

Rodríguez Parrilla acusó al gobierno estadounidense y a sus dependencias de seguridad de haber hecho caso omiso a la conducta del sospechoso, pues Alazo Baró contaba, además, con licencias para conducir y portar armas. El canciller negó la existencia del crimen organizado en la isla.

Alazo Baró, de origen cubano, disparó la madrugada del 30 de abril contra la embajada de Cuba en Estados Unidos. En el interior del inmueble se encontraban al menos 10 funcionarios de la delegación cubana. De acuerdo con las investigaciones, el agresor confesó que actuó con la intención de matar. No obstante, fue detenido en el acto.

El canciller cubano recalcó que el hombre creció en Cuba como un ciudadano normal; posteriormente, vivió durante varios años en México, donde mantenía una buena relación con sus connacionales de la isla. Sin embargo, relata que su extremismo comenzó cuando comenzó a residir en Estados Unidos.

Grupos extremistas detrás del ataque

El gobierno cubano pidió a Estados Unidos cumplir con su compromiso con el derecho internacional y profundizar en las investigaciones entre grupos radicales y anti-Cuba con gran presencia en territorio estadounidense. Según las investigaciones, Alazo Baró se involucró con uno de ellos.

El autor del ataque era parte de la comunidad de una iglesia en Miami, Florida, conocida como “Doral Jesus Worship Center”, la cual, según el canciller, fomentaba el racismo y odio contra la isla. Además, Parrilla denunció que el vicepresidente de Estados Unidos, visitó dicho recinto en meses previos.

Durante su visita, Pence habría pronunciado un discurso de hostilidad e incitación a la violencia contra Cuba, de acuerdo con las declaraciones del canciller. Además, se comenta que el senador republicano Marco Rubio, acude con frecuencia al templo previamente mencionado.

Alazo no sólo era amigo de quienes acudían a esta iglesia, sino que también en sus redes sociales mostraba indicios de odio contra Cuba. Incluso, seguía cuentas de figuras públicas que promovían el mensaje de asesinar a funcionarios cubanos en Estados Unidos, destacó Bruno Rodríguez.

“Grupos contra Cuba han logrado influencia en la Casa Blanca y participan en el control de EUA hacia la isla, algo que ha sido denunciado en varias ocasiones por la cancillería”, recalcó el funcionario cubano.

Un silencio sospechoso

De acuerdo con las declaraciones del ministro de Relaciones Exteriores, el silencio de Estados Unidos y de su secretario de Estado, Mike Pompeo, frente a la agresión resulta sumamente sospechoso y cómplice de los grupos radicales que residen en el país norteamericano.

Durante conferencia de prensa, Parrilla lamentó el “silencio sospechoso” de Estados Unidos y de su secretario de Estado, Mike Pompeo, quien, en lugar de condenar el ataque del 30 de abril, emitió declaraciones donde reiteró el rechazo de su país a las brigadas médicas enviadas por la isla a todo el mundo para combatir el COVID-19.

“El secretario de Estado, Mike Pompeo, tardó cinco días en ponerse en contacto con las autoridades cubanas para atender el ataque a la sede diplomática”, denunció el canciller cubano y destacó que no ha existido ninguna declaración pública por parte de la Casa Blanca con referencia a lo ocurrido.

El gobierno cubano pidió al secretario de Estado responder ante la evidencia ineludible de una presunta negligencia frente a los hechos perpetuados por grupos radicales. De igual forma, exhortó al gobierno de Donald Trump a emitir una declaración pública.

Asimismo, recalcó la influencia del discurso de odio e incitación a la violencia que Estados Unidos ha promovido contra Cuba y su gobierno. Principalmente, Rodríguez Parrilla hizo referencia a las campañas de desprestigio contra la isla en el marco de la pandemia de COVID-19.

 

ica