La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) liberó a un lobo marino fino de Galápagos, rescatado en coordinación con organizaciones de la sociedad civil a finales de abril, en Tonalá, Chiapas, tras revisar los resultados de pruebas de laboratorio del ejemplar y valorar su estado físico general.

 

El rescate del mamífero marino se hizo el 24 de abril pasado. El ejemplar deambulaba por el “Santuario Playa de Puerto Arista” y fue trasladado a las instalaciones del campamento de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), en el poblado de Puerto Arista, para su resguardo, evaluación física y atención médico veterinaria.

 

 

La Profepa indicó que de manera inicial, los resultados de las muestras de sangre tomados al pinnípedo mostraron que estaba deshidratado y con leucopenia, probablemente por el debilitamiento y su condición corporal disminuida.

 


 

Por ello, se determinó mantenerlo algunos días bajo observación, brindándole los cuidados necesarios consistentes en rehidratación y tratamiento antibiótico preventivo.

 

La dependencia recordó que el rescate contó con la colaboración y asesoría de Fundación “Amikoo A.C.”. Posteriormente, se les informó que el lobo marino ya estaba en aparente buen estado de salud y en condiciones de ser liberado.

 

 

Los inspectores de la Profepa se trasladaron a las instalaciones del campamento de la Conanp y, con el apoyo de una embarcación de Protección Civil de Tonalá, se liberó a diez kilómetros mar adentro de la playa donde fue encontrado, y se dio seguimiento de éste mientras se alejaba.

 

El animal era un lobo marino fino de Galápagos (Arctocephalus galapagoensis) hembra, de 1.07 metros de longitud y un peso de 22.72 kilogramos.

 

 

De acuerdo con la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010, esta especie no se encuentra bajo ningún estatus o categoría de protección, ya que no es de distribución nacional. Sin embargo, está incluida en la lista de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

 

DAMG