Ángel Álvaro Peña

Resulta alarmante la forma en que se actúa con los trabajadores de Petróleos Mexicanos contagiados de Covid-19 en las plataformas que es el eje de la producción de crudo en el país y donde la mano de obra es especializada y debe ser no sólo cuidada con pulcritud sino protegida en la prevención y no en la atención tardía de los enfermos.

Las plataformas han tenido varios contagiados y a pesar de presentar síntomas no son atendidos de inmediato y cuando por fin logran sacarlos de sus centros de trabajo ni siquiera les aplican las pruebas para saber, con precisión, si tienen coronavirus. Quienes los atienden dicen que no van a desperdiciar las pruebas en ellos, como si se tratara de animales.

Lo más grave de esta situación es que cada enfermo se convierte en un foco de contagio no sólo dentro de las plataformas donde actualmente trabajan un promedio de 100 personas en cada plataforma, sino que al llegar a tierra no son atendidos adecuadamente y en la gran mayoría de sus casos los envían a sus casas, donde se corre el peligro de contagiar a toda la familia.

Los filtros sanitarios luego de que llegan a tierra no existen y no hay disposición de aplicar pruebas a pesar del peligro que esto implica para toda la sociedad.

Ahí deben esperar hasta una semana para ser atendidos y mientras tanto son agente de contagio que multiplica la enfermedad en puntos clave donde interactúan los trabajadores que muchas veces no pertenecen directamente a Pemex, sino que son subcontratados, pero esto no quiere decir que los empleados directos de la empresa estén libres de contagio, por lo que ni Pemex ni el sindicato dicen ni hacen nada al respecto.

Resulta por demás peligroso ya trabajar en esas plataformas donde ha trascendido que ha habido fuertes contagios, aunque de ellos se sabe poco. A mediados de abril la Secretaría Estatal de Salud informó que había tres casos positivos de Covid-19 entre trabajadores de Pemex) que laboran en las plataformas de la Sonda de Campeche. Luego, 20 obreros más de la empresa productiva del estado y de compañías que le prestan servicios fueron trasladados a tierra, también tardíamente.

Según datos oficiales 17 trabajadores son de Pemex y tres de diferentes compañías, procedentes de las plataformas Ku Alfa, Ku Sierra, Zaap Charly y los buques Reforma de Pemex y Blue Pioneer.

Se supo de esta manera, de un nuevo punto de contagio en la Sonda de Campeche, luego de que dos obreros del buque Reforma de Pemex fueron regresados a tierra para recibir atención médica, uno de ellos de gravedad.

Pemex informó que, al 4 de mayo, se habían registrado 2 mil 870 casos sospechosos de COVID-19, de los cuales se han descartado 620 y se confirmaron 464 contagiados.

Hasta el momento han sido dados de alta 143 trabajadores, mientras que 163 personas continúan en aislamiento domiciliario, 72 en hospitalización en un pabellón aislado y 31 se encuentran en Terapia Intensiva. Se confirman 55 defunciones entre sus trabajadores, lo cual implica un alto índice en un solo gremio. La negligencia de Pemex, del sindicato y del sector salud en este importante gremio parce estar incapacitado para actuar por la salud de su gente en las plataformas, desde donde quieren basar el futuro económico del país. PEGA Y CORRE. – El expresidente Felipe Calderón Hinojosa será motivo de una encuesta, porque, independientemente de que sea llamado a declarar a Estados Unidos como presunto implicado en las actividades ilícitas de su policía consentido, Genaro García Luna, el presidente de México convocará a la población a una consulta para que la gente decida si debe ser juzgado en nuestro país también. Sabemos el resultado de esa encuesta porque seguramente debe haber más de un motivo para ponerlo tras las rejas… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.

angelalvarop@hotmail.com