No hay mucha ciencia en estas estimaciones que continuamente se están revisando a la baja. La caída en la demanda externa, especialmente por Estados Unidos (por su parálisis de 1.5 meses hasta ahora), la caída en los precios del petróleo, el bajo nivel de consumo interno por el cierre de actividades y la limitada respuesta del Gobierno federal para enfrentar esta pandemia, están entre las variables que han llevado a que diversas instituciones financieras reduzcan sus estimados.

A estos elementos, hay que destacar que la relación entre el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y el Gobierno federal presenta un claro “alejamiento”, visible a todas luces. La falta de confianza de inversionistas con visión de largo plazo, está afectando de manera adicional, y por lo tanto, la actividad económica tendrá únicamente reacciones “inerciales”, pero carentes de factores de impulso más significativos.

Así, las estimaciones de instituciones financieras consideran que el segundo trimestre del año, será el peor trimestre para nuestra economía, el desempleo y cierre de muchas empresas. Algunas instituciones estiman caídas superiores al 10% trimestral.

El Gobierno federal debe de ser una palanca de crecimiento de la economía con una mejor distribución de riqueza. Hoy, esta palanca “no existe” y por lo tanto, no hay crecimiento, no hay una mejor distribución de riqueza. La iniciativa privada actual y la misma sociedad, está pagando los grandes errores de Gobiernos anteriores corruptos.

Como lo comentó un buen amigo del futbol de la Universidad, “la política es cada vez más relevante y los miembros de cualquier partido, se están volviendo menos importantes”. La era de los políticos está viviendo sus últimos momentos de la manera en que lo hemos visto en las últimas décadas. Muy pronto se convertirán en verdaderos servidores de la estricta y rigurosa democracia que avanza día con día junto con los avances tecnológicos acelerados. Su influencia por sí mismo, será casi “cero”. Las utopías tarde o temprano, acaban en la realidad.

Es dura esta reflexión, pero cada vez el seguimiento será exhaustivo hacia el comportamiento de los políticos. Se vuelve muy precisa y el apoyo o la crítica es inmediata.

Esperemos que haya coherencia de todos y que cada una de las partes, ponga lo necesario para evitar esta caída de la economía, y que al final la sociedad no sea la que siempre “pague”.

Es una clara llamada también para los partidos políticos. La sociedad está cansada de ser utilizada para beneficios particulares. El beneficio debe ser para México. Vendrán elecciones intermedias en 2021 y de Gobierno en varios estados. Los resultados que tengan sobre el manejo de la crisis, será un aspecto crítico en el análisis y toma de decisiones de cada persona.

Pero todo esto no quitará por ahora, la caída drástica que tendrá la economía mexicana en el segundo trimestre del año.

 

                                                                                                                                                   @1ahuerta