Cada vez les cuesta más a los miembros del gabinetazo salir a defender las posiciones de su jefe, el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Las versiones sobre las inconformidades entre los miembros del gabinete, cada vez son menos secretas y más públicas.

Los silencios de algunos secretarios, que ha sido interpretada como falta de solidaridad o empatía con las metas presidenciales, es en realidad una forma de sutil protesta.

¿Por qué dar declaraciones a la prensa que luego serán desmentidas, ya sea en la mañanera o por medio de un tuit del vocero presidencial?

Justo cuando se supone que el Presidente requiere de su súper equipo para enfrentar los cuestionamientos cada vez más serios de la prensa -la de verdad-, la mayoría se encuentran agazapados.

Cuando los gobernadores del norte amenazan con modificar el pacto fiscal federal, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, encargada precisamente de la seguridad interna y del trato de la Federación con los gobernadores, desaparece.

Un robo escandaloso cometido por 70 sujetos, entre policías y ex policías, en una casa en Atizapán en la que presuntamente habrían participado agentes federales no ha merecido ni un boletín de la Fiscalía General de la República.

El Secretario de Ecología está desaparecido justo cuando el Gobierno pretende arrasar con cientos de miles de árboles y fauna de la Reserva de Calakmul para construir un tren de muy dudosa rentabilidad.

Eso sin contar el hecho de que el Gobierno haya arrasado con cientos de miles de metros de manglares para la construcción de la refinería de Dos Bocas, cuando el mundo de las energías va en sentido contrario.

¿Habrá renuncias pronto?

No aparentemente en este momento.

Algunos funcionarios se sienten relegados, engañados o regañados; ya saben cuál es el siguiente paso.

Solo falta que lo hagan oficial.

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La Coparmex se hizo de los oficios de Javier Lozano Alarcón como su vocero oficial.

Eso evitará el desgaste al que está sometido diariamente su presidente, Gustavo de Hoyos, que lo ha llevado a ser calificado por los fieles de López Obrador como enemigo de la 4T.

Pero Lozano no se queda atrás.

Ha sido y es un férreo crítico del Gobierno de López Obrador; no hay día que sus críticas en cualquier red social le ganen miles de insultos pero también de adhesiones.

Lozano fue Secretario de Trabajo con Felipe Calderón; abandonó el PAN para sumarse a la campaña de José Antonio Meade; ya volvió a su partido de origen.

Y aunque el pleito se ve que estará bueno, la contratación de Lozano es una muestra más de que la Coparmex no dará concesiones al Gobierno cada que, a su parecer, cometa un error.

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La delincuencia no le teme a los policías mucho menos a un virus que ni siquiera ven.

Ahí está el incremento diario de los homicidios dolosos y otros delitos.

Ayer le tocó el turno al Laboratorio Estatal de Salud Pública, ubicado en la capital de San Luis Potosí, recibir la visita de los amantes de lo ajeno que se llevaron pruebas de Covid-19.

No sé cuántas ni cómo pueden ser comercializadas, porque hasta eso las autoridades municipales ni siquiera presentaron la información completa del delito.

Como sea, mientras el presidente municipal Xavier Nava sigue soñando con ser candidato a gobernador del estado, la delincuencia organizada y la común han sentado sus reales en la capital potosina.

A ver si ya despierta.

LEG