Foto: Archivo 24 Horas Reconoció que México no tiene los recursos de Estados Unidos y Francia, por lo que la solución deberá ser “una ruta sostenible donde el mayor compromiso es sostener a las finanzas”  

La magnitud de la recesión económica derivada de la emergencia sanitaria “será inédita, de un tamaño que no la hemos visto en la historia reciente y por tanto los instrumentos para atenderla deben ser diferentes”, donde lo fundamental sea que “haya una economía social, austeridad y que primero sean los pobres”.

 

Lo anterior lo señaló el subsecretario de Industria, Comercio y Competitividad de la Secretaría de Economía (SE), Ernesto Acevedo Fernández, al participar en la Conferencia Nacional para la Recuperación Económica, organizada por el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).

 

“La historia nos dice que las recesiones son largas y profundas con duraciones en el caso de México de hasta 19 meses, con caídas del Producto Interno Bruto (PIB) de 4.0 a 6.0%, pero en esta ocasión sin duda la magnitud de la recesión será inédita”, argumentó el funcionario federal.

 

En la mesa virtual de análisis titulada “Atención inmediata a la crisis”, donde participaron representantes del gobierno, empresarios, trabajadores y legisladores, detalló que en esta crisis, para el gobierno federal, primero son los pobres, “porque es el segmento de la población que tiene menos instrumentos para defenderse”.

 

Así el objetivo del gobierno, apuntó Acevedo Fernández, “debe ser atender lo macroeconómico, la microeconomía, y aquí puede haber espacio para una reforma fiscal más adelante, en donde se proyecten menores tasas impositivas y que eso genere más recaudación en la medida que se cierren espacios para la evasión y la elusión fiscales”.

 

Aseguró que para ello deben aprovecharse las oportunidades que da el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

 

En el mismo sentido, el coordinador de los Diputados de Morena, Mario Delgado, reconoció que existe una gran crisis económica “sin precedentes”, y lo que tiene es un debate de la intervención gubernamental en un escenario de absoluta incertidumbre, pues aún no se tiene claridad en el tema de salud porque no hay una cura y la reactivación de actividades está a debate.

 

“México enfrenta la crisis con fortaleza en finanzas públicas, pero aún sin que el gobierno tome un peso de deuda, de todos modos tendrá un deterioro en su deuda porque el producto se esta haciendo más pequeño y habrá una caída de los ingresos públicos, por ello el gobierno ha tomado la decisión de apretarse el cinturón; la austeridad del gobierno es para compensar la caída de sus ingresos sin comprometer las finanzas o comprometer su deuda”.

 

Se sabe que no es suficiente, dijo, pero “debe ser la de un respirador artificial para mantener viva la economía del país, para evitar que se destruyan el mayor número de unidades económicas y una economía que la mayor parte es informal”.

 

Reconoció que México no tiene los recursos de Estados Unidos y Francia, por lo que la solución deberá ser “una ruta sostenible donde el mayor compromiso es sostener a las finanzas”.

 

Refirió que por ello llegó la iniciativa del Ejecutivo para modificar la Ley de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, que busca regular los casos cuando hay una emergencia, como la actual.

 

Se modificará la ley y se analizará cuándo se declara una emergencia sanitaria, cuándo una económica, cuáles son los márgenes de acción, respetando la facultad constitucional de la Cámara de Diputados y aprobar el presupuesto, tenemos que encontrar el equilibrio, añadió.

 

 

AR