En medio del confinamiento por el coronavirus, en marzo la violencia contra las mujeres registró un aumento de 22% en llamadas de emergencia al 911 al contabilizar 115 mil 614 contra 94 mil 518 de febrero.

Se trata de pedidos de auxilio que comprenden daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico, así como amenazas.

De acuerdo a cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), la violencia familiar y la de pareja tuvieron una alza de 23% de un mes para otro.

En tanto, el hostigamiento sexual registró un alza de 29%, ya que mientras en marzo fueron mil 17 llamadas, un mes antes hubo 791.

La violación se incrementó 22% al pasar de 323 a 395; y abuso sexual, 17% al alcanzar 545 contra 466 que se hicieron anteriormente.

Pilar Deziga, investigadora de Causa en Común, comentó que se debe efectuar una capacitación adicional para los operadores del 911 sobre temas de atención a violencia de género.

“No hay una homologación, homogeneización de como son los operadores y operadoras, hay una formación inicial que no está estandarizada, en algunos centros dan muchas horas, en otros puede ser una semana un día, no hay una capacitación continua al tema de violencia de género”, expuso 24 HORAS.

Abundó que en algunos centros cuentan con psicólogos, tienen reuniones con víctimas de violencia, pero se queda a discreción de los estados, por lo que se debe homogeneizar la capacitación para el personal y que se institucionalice cierto número de horas para atener el tema de agresiones contra las mujeres.

Para Arussi Unda, portavoz del colectivo las Brujas del Mar, las mujeres están en aislamiento con sus agresores y eso sobreexpone el tema de delitos sexuales.

“México es de los primeros lugares de abuso sexual infantil y que la mayoría de los agresores de niñas son gente que están en el entorno familiar, entonces los números crecen”, manifestó a este diario.

Indicó que se requiere rutas especializadas en alerta de género, “por ejemplo en Veracruz esta la patrulla violeta, pero básicamente tiene las funciones de cualquier unidad, porque hay tan pocas que no puede haber una especializada en tema de género”.

Nelly Ornelas, integrante del colectivo Amor No Es Violencia, señaló que el aumento de agresiones por el confinamiento era evidente y resaltó que no existe una herramienta que hable sobre un acompañamiento de contención emocional.

“Los operadores toman una llamada, pero no saben cómo responder. Es una línea que no sabemos quién está atendiendo detrás, porque a pesar que sea (probablemente) una psicóloga no da perspectiva de género”, refirió.

 

LEG