El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), agradeció  y destacó hoy la participación de médicos refugiados en distintos países de América Latina, durante la crisis sanitaria desatada por el COVID-19.

La ACNUR valoró que los gobiernos latinoamericanos estén desarrollando legislaciones y medidas rápidas para permitir que trabajadores de la salud extranjeros, colaboren en los países para combatir la pandemia.

Asimismo informó sobre la creación de redes de trabajo entre los médicos, a través de la región, que están colaborando para poner al servicio de los países sus conocimientos y experiencia.

En el caso de Perú, por ejemplo, se establecieron medidas para que los doctores de cualquier nacionalidad puedan participar en los esfuerzos nacionales. En tanto, Chile y Argentina están permitiendo que especialistas en proceso de validación de sus conocimientos, ya se integren a la lucha contra el coronavirus.

Brasil, por su parte, ha autorizado de manera especial a médicos cubanos para que participen en los esfuerzos nacionales y la propia Cuba ha permitido que los estudiantes refugiados que están en las carreras de medicina con becas gubernamentales, también se incorporen.

“En México, el ACNUR está trabajando con las autoridades federales para establecer un mecanismo acelerado para el reconocimiento de trabajadores de salud calificados y con experiencia en la búsqueda de asilo y refugiados para unirse al grupo de reclutamiento de emergencia del país”, informó en un comunicado oficial.

El organismo también saludó positivamente la “solidaridad” que se ha demostrado en toda la región ante la crisis de desplazamiento que sufre Venezuela y que ha llevado a miles a salir del país y buscar refugio en otros sitios.

Además, reiteró su llamado a que los refugiados sean integrados a los sistemas de salud nacionales de los países de destino, no sólo para proteger a las personas más vulnerables, sino como parte de estrategias de salud pública y ante el COVID-19.

 

ica