Un estudio, publicado en la revista Cancer Immunology Research, encontró que un aumento en la tasa de infecciones previo a un diagnóstico de cáncer podría estar asociado con el desarrollo de la enfermedad en un futuro.

“El cáncer puede desarrollarse en un ambiente inflamatorio causado por infecciones, interrupción de la inmunidad, exposición a carcinógenos químicos o afecciones crónicas o genéticas”, dijo la líder de la investigación Shinako Inaida, de la Universidad de Kyoto, en Japón.

En el estudio, los investigadores examinaron una base de datos que incluyó a individuos sin inmunodeficiencia registrada, para determinar la tasa anual de infecciones en adultos de 2005 a 2012. En total se obtuvo información de más de 48 mil personas, quienes conformaron el grupo de control.

Mientras que el grupo de caos estaba compuesto por dos mil 354 personas que fueron diagnosticadas con algún cáncer maligno entre julio de 2010 y junio de 2011. En ambos casos, la prevalencia anual de influenza, infecciones por gastroenteritis, hepatitis y neumonía se calcularon.

Con ello, los autores encontraron que los individuos en el grupo de casos habían experimentado tasas más altas de infección durante los seis años previos a sus diagnósticos de cáncer. Sin embargo, las mayores diferencias ocurrieron en el sexto año antes de la detección.

Durante este año, las tasas de prevalencia de infección para el grupo de casos fueron 18% más alta para la influenza, 46.1% para gastroenteritis, 232.1%para la hepatitis y 135.9% para la neumonía.

Además, encontraron que ciertas infecciones parecían tener una mayor asociación con ciertos tipos de cáncer. Por ejemplo, las probabilidades de infección por hepatitis fueron más altas en quienes desarrollaron cánceres hematológicos, de sangre, de huesos o de médula ósea.

“Curiosamente, encontramos que la infección que afecta a un órgano específico no se correlaciona necesariamente con un mayor riesgo de cáncer en el mismo órgano”, aclaró Inaida.

 

ica