La situación contractual del quarterback de Cowboys, Dak Prescott, parece que no se acerca a un buen término. Son ya dos campañas en las que el pasador no logra un nuevo contrato que lo deje satisfecho, y es que quiere convertirse en el mejor pagado de la NFL en su posición.

Carson Wentz, de Eagles y Jared Goff, de los Rams, fueron elegidos en el mismo año que Prescott en el Draft, y ya tienen mejores contratos que el de Vaqueros, pero ambos ya llevaron a sus franquicias a disputar un Super Bowl.

 

Según Ian Rapoport, reportero de ESPN, las negociaciones entre Cowboys y Dak Prescott están lejos de dejar contentos a ambos. Incluso el equipo de la Estrella Solitaria le puso la etiqueta de jugador franquicia al quarterback, lo cual significa que es intocable para el resto de las franquicias.

 

Prescott rechazó acuerdos que rondaban los 33 millones de dólares por año, un exabrupto considerando su falta de trayectoria en la liga y el hecho de que no ha podido devolverle al equipo el éxito en la postemporada, incluso a pesar de contar con armas del calibre de Amari Cooper y Ezekiel Elliott a su disposición.

 

Parece que será cada vez más normal que los caprichos de los jugadores los impulsen a seguir aumentando su valor de mercado. Con el precedente reciente de la liga, los Cowboys estarán atados de manos y no tendrán más remedio que ceder ante sus demandas o buscar un nuevo mariscal de campo.

 

DAMG