Esta mañana, bajo protocolos sanitarios y medidas de sana distancia fue inhumado el cuerpo del quinto fallecido por Covid-19 en Oaxaca, hermano de Leopoldo de Gyves de la Cruz, líder fundador de la COCEI en Juchitán de Zaragoza.

Cuidando las medidas correspondientes al manejo de un cadáver con coronavirus, el cuerpo de Cuauhtémoc de Gyves, se le rindió un homenaje en el Hospital Macedonio Benítez Fuentes de Juchitán, donde laboraba como técnico de mantenimiento y quien falleciera esta madrugada.
Sus restos habían sido retirado del Hospital del ISSSTE de Tehuantepec, después de estar internado desde hace ocho días, tras ser diagnosticado como segundo paciente positivo al coronavirus, el primero había sido el doctor Daniel López Regalado, de ahí fue llevado al hospital donde laboraba para rendirle un homenaje.

Su cuerpo iba a bordo de una carroza propiedad de una funeraria de esta ciudad, seguido de una caravana de sus familiares, la cual se detuvo sin bajarse de los vehículos frente al hospital mientras el personal médico y de enfermeras, desde la puerta principal de la clínica le ofrecieron aplausos.

El homenaje duró unos cuantos minutos, de ahí fue llevado al panteón de Domingo de Ramos, donde lo despidieron sus familiares.

Un familiar informó que Cuauhtémoc habría recibido buena atención en el Hospital del ISSSTE de Tehuantepec, sin embargo, y a pesar de no sufrir ninguna enfermedad crónico degenerativa, su condición agravó por falta de oxigenación en sus pulmones, por lo que se realizaban los protocolos necesarios para trasladarlo a un hospital de la capital oaxaqueña para una mejor atención con respiradores artificiales, sin embargo ya no puedo ser posible ya que alrededor de la una de la mañana dejó de existir.

Expresó que Cuauhtémoc, luego del primer caso positivo, comentó entre bromas que comenzó a sentir los síntomas y por lo que se atendió de inmediato, a pesar de ello y los cuidados que recibió en el Hospital esta madrugada falleció

Mencionó que el personal del Hospital les dio dos opciones: cremar el cuerpo o ser traslado de inmediato al panteón para ser inhumado, optaron por lo segundo y bajo los protocolos de seguridad de los empleados de la funeraria, el féretro fue sellado y llevado al panteón Domingo de Ramos en donde sus familiares los despidieron desde lejos para evitar un posible contagio.

El titular de los Servicio de Salud de Oaxaca, Donato Casas Escamilla, confirmó que durante el traslado del cuerpo hacia el panteón de Juchitán el féretro iba completamente sellado, para evitar así un posible contagio del Covid-19.

 

aarl