La primera línea de batalla contra el Covid-19, el personal de salud, está sufriendo bajas muy importantes cuando ni siquiera hemos llegado al pico de la curva.

Por más que el subsecretario Hugo López-Gatell y los directivos del IMSS e ISSSTE aseguren que se cuentan con los equipos de protección necesarios para el personal médico que directamente trata a los pacientes con Covid-19, diario hay protestas o testimonios en sentido contrario.

Ayer el caso más sonado fue el de el IMSS en Tijuana, gracias a una carta que leyó el comediante Eugenio Derbez que se volvió viral en pocas horas.

Tal fue el impacto que la delegada del IMSS en esa ciudad, la doctora Desirée Sagarnaga Durante, grabó un mensaje para desmentir al comediante.

Peroooo (siempre hay un pero), el mismísimo gobernador de Baja California, Jaime Bonilla, también a través de un video, acusó que el IMSS en el estado es “el talón de Aquiles’’ del sistema de salud local.

Bonilla dijo que los médicos tratantes de la pandemia “están cayendo como moscas’’ y que en el IMSS “no se pusieron las pilas’’.

El gobernador aseguró que lo dicho por Derbez no es mentira, aunque había algunas imprecisiones.

“Pero no dijo mentiras’’.

El problema es que el número de contagios de personal médico en la clínica 20 del IMSS en Tijuana, así como en la 72 de Tlalnepantla, colocan en situación de riesgo la atención de todos los pacientes.

Imagínese que un hospital deba cerrar por que no hay personal médico para atender a los infectados o que se tenga que cerrar porque se constituyó en un foco de infección.

Esta bien que al personal de salud que arriesga su vida le den un bono del 60% de su salario mensual.

Pero dicho incentivo no tendrá efecto si los trabajadores lo utilizan para comprar su equipo de seguridad, si las instituciones para las que trabajan siguen sin hacerles llegar el equipo necesario y si una población fanatizada e ignorante los agrede en la calle porque “los puede contagiar’’.

Es la primera línea de combate, que no se olvide.

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El gobierno de Sonora encabezada por Claudia Pavlovich decretó la fase 2 de la contingencia “Quédate en Casa OBLIGATORIO’’.

Desde ayer comenzó la aplicación de este programa que restringe la movilidad ciudadana salvo para la adquisición de alimentos, medicamentos y productos de primera necesidad.

Para acudir a hospitales, para acudir al trabajo solo si la actividad es esencial, para acudir a un banco o para brindar atención a adultos mayores y vulnerables.

Solo podrá viajar una persona por vehículo.

Quienes violen estas reglas se harán acreedores a una multa.

¿Será que ese es el modelo de la etapa 3 que se anunciará a nivel federal nomás que haya más muertos?

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Y mientras el país dedica todo su tiempo al tema del coronavirus, algunos políticos se pasan de vivos.
De acuerdo con una denuncia pública hecha por el diputado federal Ricardo Gallardo Cardona, el alcalde de San Luis Potosí, Francisco Xavier Nava, prepara un fraude de 230 millones de pesos en la compra de luminarias para el municipio.

Gallardo informó que Nava pagó 400 millones de pesos por luminarias o lámparas cuyo costó unitario fue de 8,000 pesos cuando las mismas se pueden encontrar con otros proveedores en 3,400 pesos y hasta en 2,900 pesos.

La diferencia entre lo que pudo pagarse y lo que se pagó son los 230 millones de pesos que, dice Gallardo, transó Nava.

Ups.