De acuerdo con un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que hay más de 22 mil contagios de COVID-19 entre los trabajadores de la salud en 52 países.

Los doctores y enfermeros se han contagiado en los sitios de trabajo y en la comunidad, probablemente por miembros de la familia infectados.

Sin embargo, la cifra podría ser inferior a la real, pues aún no se tiene un reporte sistemático de infecciones entre el personal médico.

La organización resaltó la importancia de brindar el equipo de protección adecuado para el personal, como mascarillas, lentes de seguridad, guantes, batas, entre otros.

De acuerdo con la Organización Panamericana de Salud (OPS), el uso de mascarillas faciales sólo es efectiva, para proteger a los trabajadores de la salud y reducir el riesgo de que pacientes enfermos diseminen la enfermedad.

Se recomendó el uso de máscaras faciales a las personas que tienen síntomas respiratorios como: tos, estornudos o dificultad para respirar, incluso cuando buscan atención médica, para proteger a los que están a su alrededor y las personas (incluidos los familiares) que brindan atención a personas con síntomas respiratorios.

También las deben usar los trabajadores de la salud cuando ingresan a una habitación con pacientes o cuando tratan a un individuo con síntomas respiratorios, y de acuerdo con el tipo de atención que se brindará.

Sin embargo, el solo uso de una máscara facial no garantiza la detención de infecciones y debe combinarse con otras medidas de protección personal, como la higiene de las manos, así como mantener dos metros de distancia con las personas con síntomas, entre otras.

 

ica