Aunque su plan de reactivación económica frente a la crisis del Covid-19 ha generado críticas, el presidente Andrés Manuel López Obrador negó que exista ruptura con la Iniciativa Privada; al contrario, presumió el respaldo de tres grandes empresarios.

Entre ellos Carlos Slim, de Grupo Carso; Alberto Baillères, de Grupo Bal; y Germán Larrea, Grupo México, a quienes –dijo– agradeció porque decidieron no despedir a los trabajadores, pese a que están en casa y quienes agregaron que adelantarán pagos a proveedores.

“No, no, no (hay ruptura). Al contrario, están actuando de manera muy responsable”.

“Y están dispuestos a ayudar en lo que el Gobierno les pida, ese fue el ambiente de la conversación.

Nosotros explicamos cuáles son las medidas que se están tomando y se van a profundizar para reactivar la economía, en el entendido de que primero hay que salir de la contingencia”.

El mandatario aprovechó para recetarle a aquellos que critican que su plan de sólo ayuda a los pobres, el mensaje que ayer tuiteó el papa Francisco.

“Seremos juzgados según nuestra relación con los pobres. Cuando Jesús dice: ‘a los pobres siempre los tendréis con vosotros’, dice: ‘yo estaré siempre con vosotros en los pobres, presente en ellos’. Este es el centro del Evangelio, y seremos juzgados por esto. #HomilíaSantaMarta”.

El mandatario consideró que quienes siguen cuestionando el porqué dar dinero a los pobres, es un pensamiento retrograda, y en su administración los planes de incentivos fiscales para grandes empresarios se fueron al basurero de la historia.

Su plan de reactivación económica comprende mantener programa sociales y otorgar un millón de créditos de 25 mil pesos a pequeños comerciantes formales e informales.

LEG