Arturo Herrera Gutiérrez, el encargado de las finanzas públicas de México; quien lució nervioso cuando fue nombrado secretario de Hacienda, en medio de la salida controversial de Carlos Urzúa, enfrenta por un lado logros que han sido reconocidos en el exterior y por otro, las correcciones que el presidente Andrés Manuel López Obrador le ha señalado públicamente en repetidas ocasiones.
Durante casi nueve meses al frente de la dependencia, ha enfrentado retos significativos como estabilizar a Petróleos Mexicanos (Pemex), diseñar estrategias de reactivación económica, “controlar” la volatilidad del peso mexicano, así como también desacreditaciones públicas por el líder del Ejecutivo.
Una de ellas cuando aún era subsecretario y declaró al diario “The Financial Times” que no se autorizarían recursos para la construcción de la refinería de Dos Bocas. Al día siguiente, López Obrador aseguró que el proyecto se llevaría a cabo en el tiempo y con los recursos estimados.
Sin embargo, se ha llevado reconocimientos por su incansable labor al cuidado de las arcas del país, como lograr la meta de tener un superávit primario de 1.1% respecto al PIB.
Además, el Gobierno recibió cuatro reconocimientos de la firma Latin Finance, en donde la SHCP estuvo involucrada en tres de ellos como el de la operación “extraordinariamente compleja” por mil 800 millones de dólares en la recompra de bonos del Nuevo Aeropuerto Internacional de México. También obtuvo un galardón por la mejor operación de manejo de pasivos en Latinoamérica, por tres mil 560 millones de dólares, al igual que por la mejor operación de bonos cuasi soberanos.
A pesar de estos logros, la labor de Herrera es limitada en actos claros como el que en días pasados el propio titular de Hacienda informó que daría a conocer detalles de programas de apoyo a Pymes, para combatir el Covid-19, hecho que no se concretará, porque el jefe del Ejecutivo decidió que ya no sería así.
LEG