La vida puede cambiar en un minuto. Después de cerrar en 2019 en $18.90 en el mercado interbancario, el peso mexicano aún registró una apreciación que lo llevó hasta una zona mínima de $18.49 el 17 de febrero pasado, representando una apreciación de 2.2% hasta ese momento, derivado de la entrada de capital extranjero aprovechando el “spread” de tasas de interés de México y Estados Unidos. El problema del coronavirus en China se veía muy lejano y de poco impacto.

Sin embargo, pocas semanas después, cambio todo el panorama. El riesgo de una expansión del ahora llamado Covid-19, podría tener impacto en la economía mundial, contaminando a la economía americana y de repente, la Fed tomó acciones muy agresivas que no entendíamos del porqué su profundidad, al anunciar una baja en la tasa de interés al cero por ciento.

A pesar de una economía estancada, los buenos fundamentales prevalecían hasta ese momento, con una Balanza Comercial y Remesas crecientes, una Deuda Neta/PIB de 44.7%, una Cuenta Corriente y Déficit Fiscal controlados, entre otros, el peso mexicano empezó a presentar un rally de depreciación, provocado por el cierre de posiciones en los futuros en Chicago que registraba históricas posiciones largas a favor del peso mexicano.

Marzo estará quedando para el olvido al registrar una depreciación de 21% y en el año, la moneda mexicana acumula una caída de 26% frente al dólar.

Entre los factores adicionales que le pegaron a la cotización además del movimiento global del dólar:

La caída de 80% en la cotización de la mezcla mexicana afectada por el enfriamiento económico, una baja demanda de crudo de los principales países y un aumento en la producción diaria de crudo por parte de Arabia Saudita y otros países seguramente a partir de este 1º de abril. Está afectando ya a las finanzas públicas con menores ingresos por precio y un menor nivel de exportación de petróleo por parte de Pemex. También su producción diaria de crudo a febrero cayó 4% sobre niveles de 1.64 millones de barriles diarios, promediando en los últimos 12 meses 1.68 millones, muy lejos del presupuesto 2020 de 1.95 mbd.

La baja en la Calificación Crediticia por S&P, generada por la presión sobre las finanzas públicas con una fuerte caída en la actividad económica ante esta parálisis nacional e internacional, y una falta de acciones importantes del Gobierno para afrontar el riesgo de pérdidas de miles o millones de empleos y cierre de empresas de todos tamaños. Al final, tendrá una menor recaudación y en consecuencia, habrá una presión sobre el nivel de endeudamiento. El Gobierno debe reasignar el gasto público de manera urgente y frenar la inversión en sus proyectos actuales, para dirigirlos hacia la sociedad apoyando a personas y familias sin duda, así como a MiPymes, e inclusive, a sectores altamente vulnerables pero que hoy ya se está trasladando a todos los sectores.

El peso mexicano llegó así a $25.50 como punto máximo, lo que generó una depreciación por momentos hasta de 35%. Si consideramos el movimiento desde $18.90 y hasta $25.50, es muy probable que veamos niveles de $22.85 y hasta $22.00 donde podría estabilizarse un tiempo. Ayudará también, la activación de la línea de swap que tiene el Banxico con la Fed.

Aún vendrán datos económicos negativos que confirmen la caída de la economía. También, es muy probable la revisión negativa por Moody´s a la Nota Soberana y Pemex dejándola ya en grado especulativo.

La pregunta es ¿si para estas próximas semanas, el Tipo de Cambio con toda esta depreciación ya descontó gran parte de estos datos y/o eventos? Consideramos que gran parte ya se asimiló.

 

                                                                                                                                                 @1ahuerta