Existe un grupo de comerciantes en México que no sólo debe ser sancionado como hambreadores sino que su castigo debe ser mucho mayor, esos son los gasolineros que, desde hace años, en su mayoría, aprovechan la gasolina ilegal para fortalecer de manera ilícita sus finanzas a través del huachicol que, a pesar de todo, sigue existiendo.

La crisis sanitaria exige de sacrificios de todos, pero hay quienes aprovechan la crisis ajena para enriquecerse más, en lo particular.

A pesar de que el precio de la gasolina sigue disminuyendo, hay estaciones de servicio que no bajan su precio, al contrario, lo suben; aumentando, de manera ilegal, sus ganancias, y al parecer no hay fuerza humana que los detenga.

En el Estado de México se ofrece en un mínimo de 12.77 pesos por litro, el nivel más bajo registrado en la entidad según cifras de PETROIntelligence.

A nivel nacional la gasolina tiene un precio promedio de 15.49 pesos el litro en el caso de la regular y de 16.97 pesos en el caso del combustible Premium. Dichos niveles son menores a los registrados la semana pasada.

El propio Presidente de la República convocó a los gasolineros a no aprovechar estos momentos de unidad para que unos cuantos se enriquezcan. Lo cierto es que debe haber sanciones más severas contra estos empresarios a quienes se les debe boletinar para que no tengan más negocios e, incluso se les retire de por vida la posibilidad de tener este tipo de negocios, para los cuales han utilizado, desde hace años, un sinnúmero de artimañas para hacerse millonarios de la noche a la mañana.

Hay muchos exfuncionarios públicos que tienen sus gasolinerías, la gran mayoría de ellos priistas, quienes tienen en regiones del país verdaderos monopolios del energético, motivo por el cual se atreven a dar la gasolina a los precios máximos sin que haya sanción alguna.

Se ha dado a conocer una gran cantidad de nombres de propietarios de gasolinerías sin que se haya actuado legalmente contra ellos. No pasa de una breve suspensión de labores o de multas que son menores a las ganancias que obtuvieron a través de la venta de huachicol.

La gasolina mueve al país, la alimentación de los mexicanos se mueve gracias a la gasolina y si sube o baja el energético, es reflejo de lo que se paga por este producto; por ello es necesario que se vea el problema de la carestía de la gasolina como un delito grave, porque implica que algunas personas puedan tener o no acceso a la alimentación.

Ningún negocio en México puede dejarse en manos de personas como los gasolineros, que -salvo algunas honrosas excepciones- ahora especulan con un producto de primera necesidad y sin importar su militancia política o partidista es necesario que estén un buen tiempo en la cárcel. Desde luego que argumentarán que son presos políticos o que es venganza entre partidos, simplemente son malos mexicanos con negocios que pueden hacer crecer al país, pero que lo impiden a toda costa para hacer crecer sus ganancias personales.

Ya ganaron mucho -de manera por demás ilícita- con el huachicol, ahora es necesario que se transformen de monstruos en seres humanos para darle cauce al momento que viven, y sensibilizarse para caminar juntos hacia un futuro mejor.

 

                                                                                                                       angelalvarop@hotmail.com