Nos parece difícil escuchar que algunos líderes de países sigan creyendo que la expansión y riesgos del coronavirus no llegará a sus países. Hasta hace un par de semanas, sucedió con Donald Trump, quién le daba poca importancia y que en unos pocos días, Estados Unidos es el país con mayor número de infectados al representar ya el 18.8% del total a nivel mundial. El resultado en indicadores económicos, se vio en las solicitudes por seguro de desempleo, que registró un nivel histórico de 3.3 millones, muy superior al dato máximo en la crisis subprime de 2008, además de conocer previamente indicadores de caída también histórica de servicios y en menor medida de manufactura de marzo. Abril será para el olvido.

Este fin de semana, en Brasil, el Presidente Bolsonaro visita un “mercado de alimentos” en los suburbios de la capital con la idea de demostrar que la actividad y la vida sigue. Un juez, tuvo que suspender la campaña del Gobierno en redes sociales de “Brasil no puede parar”. Hoy tienen más de 4,250 infectados, con una tasa de mortalidad de 3.2%. Vendrán datos económicos en breve, que harán recapacitar al Presidente Bolsonaro, de que la sociedad debe estar “resguardada” algunas semanas para contener y reducir el riesgo del ritmo de infectados.

Hasta hace unos días, el mismo Presidente Andrés Manuel López Obrador envió un video en el que pedía que las familias salieran a comer a restaurantes y/o fondas. Su discurso cambió en forma radical al tener en sus manos una gráfica del ritmo de contagios que tendría el país y dependiendo de la forma de “cuidarlo y evitarlo”, sería la velocidad de recuperación. México tiene ya más de 850 infectados y vamos en aumento.

Hasta ahora no hemos visto indicadores económicos deteriorados en nuestro país por este fecto del coronavirus, pero llegarán. S&P ya nos ajustó la calificación crediticia al país, a Pemex, CFE, Bancos y vendrán otras empresas y sectores en cadena.

Algunas instituciones financieras han ajustado fuertemente a la baja la estimación de crecimiento económico para el 2020, que en promedio alcanza el 4.0% anual. Citibanamex lo ajustó a -5.1% y JPMorgan lo llevó hasta -7.0% anual.

Lo destacable es que para el segundo trimestre del año, la economía caerá más de 5.0% que a tasa anual representa -20%. Se caerá la recaudación de impuestos. Simplemente el consumo de gasolina se frenó un 50-70% en estas últimas semanas. Ya vimos una caída en las exportaciones de crudo en un 28% en febrero. Repercute la caída en el precio de la Mezcla Mexicana que se ha caído 75% en lo que va del año y además un menor intercambio comercial mundial.

Entendemos la presión que los Presidentes tienen porque sus economías “no se enfríen”. Pero es inevitable y lo mejor es el cierre de actividades en forma temporal para evitar la propagación de infectados.

Estados Unidos ya aprobó fuertes medidas económicas y fiscales que ayudarán a contener la caída del PIB y de la pérdida histórica de empleos que tendrá.

Ahora, el turno y de manera urgente, es para el Gobierno Federal y el Gobierno de Brasil si quieren salir de la crisis al tiempo que lo tratará de hacer Estados Unidos (que tiene sus elecciones en noviembre próximo). Pero se requiere de un Programa verdadero económico y fiscal. Se necesita el apoyo a familias, a empresas MiPymes que no aguantarán mucho tiempo, a empresas y sectores altamente vulnerables con acceso a créditos de largo plazo.

Si no se actúa ahora, el Gobierno correrá con la “responsabilidad” de millones de desempleados y una crisis económica que aumentará la inseguridad. El tiempo nos alcanzó. Urgen acciones.