En las grandes crisis, el corazón se rompe o se curte:
Honoré de Balzac

Hace unos meses, si algún analista hubiera aventurado la tesis de que el SAR-COV 2 es un virus de diseño, la mayoría se hubiera mofado de él y lo acusaría de difundir noticias falsas, así como de propagar teorías conspiracionistas, sin embargo, el origen del nuevo coronavirus que inunda el planeta ha traspasado los límites de la incredulidad.

A mediados de marzo, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian, aseguró que el Ejército de Estados Unidos podría haber llevado el coronavirus a la ciudad de Wuhan, donde surgió el brote que hasta el momento ha dejado una estela de 414,000 casos y más de 18,000 fallecidos en 178 países.

El portavoz chino alentó a sus miles de seguidores a compartir la acusación de un sitio web de conspiración con sede en Canadá de que el coronavirus se originó en los Estados Unidos. La acusación está vinculada a la participación del Ejército de ese país, en los Juegos Mundiales Militares, celebrados en Wuhan, en la provincia central de Hubei, en octubre, que reunió a competidores de más de 100 países.

Recientemente durante un taller sobre el Covid 19, una funcionaria del Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (INDRE) ante una pregunta específica sobre la posibilidad de que el SAR-COV 2 sea un virus de diseño sembrado en China respondió: “No tengo elementos para afirmarlo, pero es una posibilidad que no se puede descartar”.

Entonces, ¿Ante qué estamos? Sea o no un virus de diseño, el SAR-COV2, ha intensificado la Guerra Híbrida que se vive en el planeta. Estamos ante un conflicto híbrido que el Lisa Institute con sede en Madrid, España define como: “Una situación en donde las partes se abstienen del uso abierto de la fuerza (armada) y actúan combinando la intimidación militar (sin llegar a un ataque convencional) y a la explotación de vulnerabilidades económicas, políticas, tecnológicas y diplomáticas”.

Para nadie es un secreto que la economía china en franco crecimiento expansivo se ha colocado en el segundo lugar mundial, solo después de los Estados Unidos. Datos del Fondo Monetario Internacional (FMI) indican que la economía estadounidense en función del PIB representa 22,289.3 miles de millones de dólares, mientras que la economía china alcanza ya los 15,462.3 mmdd. Sin embargo, la prospectiva indica que para el 2023, estaría a 5,089.9 mmdd de desbancar a la economía estadounidense, situación que podría acontecer en el 2025.

¿Tiene el SAR-COV 2 algo que ver con esta disputa económica? Parafraseando a la funcionaria del INDRE, no hay elementos para confirmarlo, pero no se puede descartar. Un conflicto híbrido, ante la fase superada de la Guerra Fría, inyecta la explotación de vulnerabilidades para generar procesos de desestabilización.

La epidemia del Covid 19 dejará una estela de muerte hasta ahora incalculable, pero las mayores consecuencias serán para la economía planetaria, lo que nos obliga a redefinir la concepción económica del mundo. La vigente confrontación del “capitalismo global” encabezado por los Estados Unidos contra el “capitalismo autoritario” encabezado por China no ha resuelto las grandes y graves desigualdades que persisten en el planeta.

El SAR- COV 2 aparece en medio de una nueva crisis del capitalismo con todas sus variantes, y este contexto, está generando efectos y consecuencias que estamos por definir y analizar. El capitalismo se ha alimentado de la idea del mérito individual y del éxito personal. Sin embargo, combatir un virus o defender el agua que es propiedad de tod@s, está muy lejos de ser un asalto o una inspiración personal.

Las amenazas colectivas como el COVID 19, las luchas por el agua o el incesante avance del cambio climático, nos obligan a trabajar en comunidad. Ningún esfuerzo individual puede derrotar tales amenazas globales.

Las amenazas colectivas afectan a tod@s por igual sin distinciones. El virus mata por igual a ricos y a pobres, aunque el ignorante Gobernador de Puebla, Miguel Barbosa, diga lo contrario. El cambio climático también afecta por igual a todos, ricos y pobres.

El capitalismo ha alimentado la dicotomía mercado-ganancia versus sostenibilidad. Entonces, la discusión sobre las amenazas que tienen un origen común que es el propio ser humano, nos obliga a modificar el paradigma, ya que la esencia capitalista del mercado-ganancia se contrapone con el ejercicio y la protección de los derechos fundamentales del ser humano, entre ellos, el derecho a la salud.

El SAR-COV 2 dejará un saldo de muerte, destrozos económicos, pero también de aprendizajes y adaptación. El lingüista de Países Bajos, Teun Van Dijk asegura que comprender el mundo es reconstruirlo, y la presencia de amenazas como el COVID 19, y el cambio climático, nos obligan a modificar los sistemas y las formas de pensar.

Estamos ante un escenario probable en donde una tormenta perfecta planetaria se alimente de la crisis económica, una severa crisis política y una caída en el nivel de vida global. Es tiempo entonces de reducir las resistencias del capital para generar consensos que permitan maridar sostenibilidad y ganancia. Ese sí sería un escenario ganar-ganar, todo lo demás son patrañas.

De la libreta

a) La decisión de suspender una planta de la transnacional Constellation Brands, fabricante de cervezas, tiene que ver con la discusión anterior. El agua es de tod@s y privatizarla poniendo en riesgo la vida de miles de personas, además de ser un delito, es un agravio a los derechos fundamentales de las personas que viven en Mexicali.

b) Otro saldo negativo que dejará el Covid 19 será en la industria turística. Líneas aéreas, hoteles y restaurants tendrán un impacto fuerte.

c) Miserables son quienes aprovechando la crisis provocada por el SAR-COV2 quieren jalar agua para su molino político. Cada quien sus apuestas. Ojalá a los agoreros del desastre, les salga el tiro por la culata.

@HectorHerreraAR
hherrera001@yahoo.com.mx