Si algo nos demuestra claramente este virus es que la adversidad, sin aviso alguno y sin permiso de nadie, nos puede tocar la puerta en el momento que menos te lo esperas.

Hay muchas cosas que no podemos controlar y creo que el coronavirus lo está dejando muy claro, creo que nos pasamos nuestras vidas enfocándonos en todo aquello que no podemos controlar, en las acciones de los demás, en las opiniones de los demás, en el resultado de las cosas y si nuestras métricas de satisfacción están sostenidas a factores externas a nosotros, entonces nos estaríamos condenando a una decepción perpetua.

No puedo controlar que por este virus decidan cancelar trabajos, escuela, eventos, antros, etc; pero puedo encontrar la forma de responder a esto, no puedo controlar que exista este virus, pero puedo controlar quedarme en mi casa y tomar mis precauciones para evitar el contagio a mi persona y a otras personas, sobre todo evitar que esto siga creciendo.

La empatía es algo que también se ha estado aprendiendo con este suceso, hemos visto videos de gente saqueando los súper mercados y haciendo compras de pánico sin dejar cosas para quienes realmente lo necesitan. En esta situación sacó a relucir este virus el lado egoísta, irracional e inmaduro del ser humano, pero al mismo tiempo nos da la oportunidad de poder hacer conciencia sobre esto. Si racionalizamos creo que nos puede ayudar a conservar la calma, muchas veces sólo reaccionamos a nuestras primeras impresiones de algo, pero no nos ponemos a cuestionar nuestras apariencias de algo y creo que el hacerlo nos puede llevar a tomar mejores decisiones, a ser mas empáticos y a cuestionar si nuestras acciones tienen sentido o no.

Nuestros actos en un mundo tan unificado y conectado como en el que vivimos importan de formas en las que no nos ponemos a pensar.

El coronavirus nos puede enseñar el valor de lo que realmente siempre ha importado y son las relaciones con las personas, pasamos los días haciendo la misma rutina de siempre y eso hace que haya menos tiempo de convivencia familiar.

El coronavirus hoy nos obliga a permanecer en casa, fortalecer lazos, pasar tiempo juntos aunque no queramos, pero esto nos recuerda lo importante que es la convivencia con tu propia familia que muchas veces por lo mismo de la rutina se nos olvida este gran valor.

Simplemente el ver una serie juntos, armar rompecabezas, jugar juegos de mesa y hasta platicar a través de redes sociales tipo FaceTime y house party nos está haciendo recordar lo que se pierde con la rutina y nos hace valorar lo que damos por sentado, que es la familia.

Nos está haciendo pensar en los demás y no sólo en tu persona, si te quedas en cuarentena al final del día es un logro pensar que lo haces para evitar el contagio a otras personas.

A las demás personas que no están tomando las medidas necesarias, los invito a pensar en lo que sentirían si el virus cayera en manos de tus abuelos, papás o simplemente de algún ser querido que tenga la edad de riesgo, por favor gente, REACCIONEN.

Desgraciadamente contamos con un gobierno que no esta ayudando en nada y lo que es un hecho es que mucha gente que vive al día necesita trabajar y algo que debería de hacer el gobierno es dar un tipo de financiamiento y poner algunas normas políticas para evitar que esta gente se quede sin tener que comer y pueda guardarse en sus casas para evitar que este contagio siga creciendo cada ves más, ya que sólo nosotros podemos hacer este cambio.

Esto no necesariamente tiene que ser únicamente malo, si lo ves por el lado positivo es una época de cambios, época de oportunidades donde desde tu propia casa pueden crecer nuevas ideas para implementar tus negocios y sobre todo como una señal de “alto”, en muchos casos como en el medio ambiente que últimamente podemos ver que gracias a la cuarentena resulta beneficiado. Las consecuencias inesperadas de la neumonía de Wuhan son favorables para detener la contaminación y ahora se puede observar un cielo despejado y claro, en Venecia se observa que el agua de los canales es cristalina y se pueden observar peces que vienen de la laguna de Venecia y del mar Adriático que antes no había por tanta contaminación, el coronavirus esta empujando a que cambiemos todos nuestro estilo de vida y valorar las cosas que ahora están sacando frutos.

Creo que si logramos observar estamos en el mejor momento para cambiar nuestras vidas y mejorarla.

Así como se demostró este nueve de marzo con la unión de todas las mujeres ahora es tiempo de unirnos TODOS y TODAS para evitar que este virus siga creciendo y acabando con las vidas de muchas personas.

Recuerden, es época de reflexión y cambios, esto puede ser un llamado para unirnos a todos.

#YoMeQuedoEnCasa.