José Ureña

Tómelo en serio.

Hasta ayer, ninguno de los gobernadores había recibido alguna comunicación del Gobierno federal para saber cuál es la situación en cada entidad.

Ojo: a estas alturas del avance del coronavirus la administración central no sabe el número de casos estatales ni cómo se enfrentan.

Teléfono Rojo logró hablar con diez gobernadores para saber cuál es el trato federación/estados en estas circunstancias aciagas.

-Ninguna- me dijo uno de ellos.

Enrique Alfaro, de Jalisco, informó el lunes sobre la comunicación tenida el domingo por la noche con la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.

Hablaron, pero no acordaron ningún cambio y por ello el mandatario jalisciense optó por aplicar una política de pruebas generalizadas.

Cinco mil en Jalisco, frente a menos de dos mil aplicadas nacionalmente, porque solamente se han privilegiado las revisiones a mexicanos y extranjeros venidos del extranjero.

Un riesgo, porque le saldrán más contagiados y sospechosos ante el panorama de la SSA

LEJANÍA EN LA PANDEMIA

Aquí el tema es otro.

Hemos dado cuenta de cómo los secretarios de Salud de los estados han protestado porque se les obliga a declarar como influenza estacional el Covid-19.

No ha cambiado la instrucción.

Esto lleva a otro terreno.

No hay cruce de datos.

No hay registro de muchos muertos porque la federación se arroga el derecho de informar sobre los infectados de Covid-19 y los muertos oficiales.

Los estados carecen de autoridad para informar, aunque el lunes el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, violó esas reglas.

Enhorabuena.

Pero quedan muchas dudas:

¿Qué hacen los estados con sus muertos de coronavirus si hay la orden de ponerlos como víctimas de otras enfermedades?

¿Cómo prevenir, si las pruebas se aplican solamente a quienes proceden del extranjero o tienen contacto con viajeros llegados del exterior?

Los gobernadores están a punto de explotar.

Inclusive Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México y cuya cercanía y dependencia de Andrés Manuel López Obrador no deja dudas.

Como sea, el dato es cierto: hay lejanía entre el Gobierno federal y los gobiernos de los estados en torno a la pandemia mundial.

LABERINTO EN EL SENADO

1.- Ayer decíamos cómo nuestros políticos no dejan de pelear ni en tiempos de crisis como los de coronavirus o Covid-19

Extensión de este dato es lo sucedido en el Senado de la República, donde Convergencia Democrática exhibió a los panistas.

Los azules insisten ahora en sesionar a pesar de la Fase 2, cuando hace una semana su coordinador Mauricio Kuri pedía suspenderlas.

Extraviados o no, una opción es la votación a distancia y quizá sea mejor -la decisión es de Ricardo Monreal- a la ausencia de trabajo, como sucede en la Cámara de Diputados.

Y 2.- La vida ofrece al menos una segunda oportunidad.

Es el caso de Jaime Rodríguez El Bronco, quien da muestras de vida con la aparición del coronavirus en Nuevo León.

El gobernador ha pedido la coordinación de hospitales privados y gubernamentales para atender esta pandemia y, sobre todo, ofrecer equipos carentes en la esfera federal.

Es el caso de los respiradores oficiales y muchos otros equipos especializados.

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