Una alerta ambiental se mantiene activa y cada año intensifica su señal. El crecimiento de la mancha urbana en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) se ha caracterizado, por décadas, por ser anárquico, desordenado, fuera de control.


Los asentamientos humanos en las superficies naturales no sólo han puesto en riesgo la recarga del acuífero, sino también los escurrimientos en épocas de lluvias, que al no infiltrarse en el suelo de las zonas montañosas (por la erosión y por la extensión del pavimento) bajan a la zona urbana generando severas inundaciones. Además, la deforestación altera el clima y afecta la calidad del aire.


A fines de diciembre pasado, un grupo de investigadores del Laboratorio Nacional de Ciencias de la Sostenibilidad (LANCIS), del Instituto de Ecología (IE) de la UNAM, difundió un estudio sobre los mapas de urbanización proyectados al 2060 en dicha ZMVM, y con base a las modelaciones científicas reveló que, de continuar la misma tendencia de crecimiento urbano descontrolado, la temperatura en esta región aumentará hasta 3 grados centígrados, aunado al intenso calor que genera el cambio climático.


El estudio, coordinado por la investigadora Yosune Miquelajauregui Graf, advierte que zonas como Tlalpan, Tláhuac y Xochimilco, así como municipios mexiquenses como Chalco, Cuautitlán, Texcoco, Atenco y Zumpango, entre otros, experimentaran las altas temperaturas y por consiguiente demandarán más consumo de agua a un acuífero cada vez más sobreexplotado.
Por el cambio climático el planeta sufre más calor, el dióxido de carbono, entre otros gases de efecto invernadero, siguen impactando al globo, y lo más crítico es que hay sectores sociales que siguen ignorando las alertas ambientales. Por eso la mancha urbana crece sin planificación arrasando los recursos naturales.


Dicha investigadora sostiene que
la ZMVM, en el 2014, tenía 2,287 kilómetros cuadrados (Inegi), aunque en un escenario de crecimiento anárquico, “podría alcanzar los 6,459 kilómetros cuadrados para 2060, área 282% mayor”.
Y en relación a la cobertura agrícola de las cuencas del surponiente de la Ciudad de México se corre el riesgo de una disminución del 14%, entre 2014 y 2060, y la cobertura forestal también se vería reducida en un 7%.


Y el estudio señala que algunas cuencas altas pueden llegar a triplicar o cuadriplicar la mancha urbana fuera de control, con afectaciones severas al suelo de conservación, como es el caso de las alcaldías de Tlalpan y Xochimilco.
El cambio climático más la expansión de la mancha sin control elevarán la vulnerabilidad de la falta de agua, generarán más incendios forestales y la salud de la población irá en detrimento.


Ante este escenario es prioritario, y hasta urgente, una sólida Ley de Desarrollo Metropolitano del Valle de México, de la cual se desprenda un fondo metropolitano para futuros proyectos urbanos y que garantice la viabilidad de planes maestros de crecimiento sostenible en la región.

 

                                                                                                                                 @Habitat_ARamos