Ahora más que nunca se requiere de la unión de las cadenas productivas; las empresas y los trabajadores debemos cerrar filas por México frente a los retos que llegan con el Covid-19.

Los sindicatos jugaremos un papel muy importante, nos tocará velar por la salud y derechos de nuestros afiliados; a la par deberemos ayudar a salir adelante a nuestros empleadores, apoyar la viabilidad de las empresas, mismas que nos llevarán a la preservación de los empleos.

Es una emergencia mundial y México ya está tomando medidas para disminuir los impactos económicos y de salud. Es momento de decir: NO a todo lo que le haga mal al país. En el ámbito laboral es necesario decir NO a los supuestos líderes sindicales que amagan a las compañías con hacer paros a su conveniencia, poner un alto a aquellos que han mantenido huelgas eternas a cambio de dinero o favores y a los que atentan contra el empleo y las familias de México.

En los próximos días veremos cómo será frenada la presuntuosa reforma al artículo 123 constitucional propuesta por el morenista Napoleón Gómez Urrutia, en donde buscaba elevar al grado de crimen organizado la práctica de la subcontratación; con esta, aseguran, Napito buscaría llevar a la cárcel a aquellos empresarios que no cumplieron o bien que no cumplieran sus futuros caprichos.

El que este personaje haya propuesto una reforma de ese calibre, indican algunos especialistas, es un acto de incongruencia, primero porque a todas luces llevaría a poner en riesgo millones de empleos, además pondría en la cuerda floja a miles de Pymes: sí, a las responsables de crear el 80% de los empleos del país.

Pero hay otro hecho que pone en duda la legitimidad de las intenciones que hay en ese intento de reforma, y es que la historia no perdona. Es de conocimiento en el sector obrero que el morenista fue quien autorizó que 45 de los 65 mineros fallecidos en la mina Pasta de Conchos en Coahuila trabajaran bajo la figura de la subcontratación. Él, Napillo, ganaba mensualmente un porcentaje de los salarios de estos hombres, además de una prima extra otorgada por la empresa por permitir este tipo de contratación.

En el sector minero incluso se le conoce como el “Padre de la subcontratación”, por lo que su iniciativa dejó a más de uno con sospechas, mismas que la llevarán a un rotundo no y que esta sea simplemente desechada.

Finalmente, se espera que se dé una reforma en el ámbito laboral y que se apruebe la que conjuntó los resolutivos de los distintos foros que se realizaron en la Cámara de Senadores y en la Cámara de Diputados en los que fuimos participantes.

En estos foros abiertos se escucharon las voces de todos los sectores involucrados en la reforma al artículo 123, el obrero, el empresarial y el gubernamental, entre otros, es decir, es un cúmulo de opiniones y no la idea sesgada de un solo hombre.

La Secretaría del Trabajo y la mayoría de los sindicatos hemos hecho nuestra labor para buscar un mejor equilibrio en las condiciones laborales que rigen nuestro país, a la par, somos conscientes de que no podemos seguir avanzando sin un acuerdo en común porque hoy los tiempos son otros, y más allá de tendencias políticas hablamos de trabajar en conjunto para ver un México más próspero, más grande y más unido.

                                                                                                                                    @CarlosPavonC