Foto: Archivo 24 Horas Específicamente consideran que Ohio tiene el mayor potencial para reducir de manera rentable las muertes por pm2.5 mediante la reducción de las emisiones de carbón industrial  

La contaminación del aire mata a aproximadamente 110 mil estadounidenses al año, lo que es más que todos los accidentes de transporte y tiroteos combinados, según una investigación realizada por Jason West, profesor de Ciencias Ambientales e Ingeniería en la Universidad de Carolina del Norte, y Yang Ou, asociado postdoctoral en el Laboratorio Nacional del Noroeste del Pacífico.

 

Los dos investigadores concluyen que “aproximadamente, una de cada 25 muertes en los Estados Unidos (EU) ocurre prematuramente debido a la exposición a la contaminación del aire”.

 

Cuando la Agencia de Protección Ambiental (EPA por sus siglas en inglés) evalúa las decisiones sobre las regulaciones de contaminación del aire, generalmente selecciona acciones de uno o más sectores, como la generación de energía eléctrica y la industria. Para cada estrategia, la agencia estima cuidadosamente los costos y beneficios, antes de decidir las acciones seguir.

 

Refieren que estudiaron la contaminación del aire y las opciones para reducirla y cambiaron el enfoque tradicional al comenzar con el objetivo de encontrar acciones de control de emisiones que pudieran salvar un número específico de vidas al menor costo.

 

“Identificamos un conjunto de acciones de bajo costo para reducir las emisiones contaminantes del aire de fuentes industriales y residenciales altamente contaminantes, como los hornos residenciales de leña, que pueden proporcionar beneficios para la salud altamente rentables”, señalaron.

 

La contaminación del aire sigue imponiendo una grave carga de salud a la población de EU ya que el número de malos días de aire en 35 ciudades principales se ha estancado desde 2013.

 

Bajo la Ley de Aire Limpio de 1970, la EPA debe establecer los Estándares Nacionales de Calidad del Aire Ambiental, regulaciones que limitan las concentraciones de seis contaminantes atmosféricos principales que dañan la salud pública y el medio ambiente. Después, cada estado adopta acciones para cumplir esos estándares, como la reducción de emisiones de plantas de energía o grandes industrias.

 

La EPA también establece límites a las emisiones de algunas fuentes específicas sobre las cuales tiene autoridad legal, incluidas las nuevas centrales eléctricas y los vehículos de motor, en busca de un aire saludable para respirar.

 

Explican que su estudio se pm2.5 (partículas menores a 2.5 micras), para lo cual crearon un marco que simplificó la complejidad de la atmósfera y los impactos en la salud de la contaminación del aire. Para cada estado calcularon factores de impacto, que representan muertes relacionadas con la exposición a pm2.5 por tonelada de emisiones de diversos componentes químicos de diferentes fuentes e introdujeron esos factores de impacto en un modelo económico del sistema energético, lo que permitió estimar las muertes para cualquier estrategia.

 

“Identificamos un conjunto de fuentes cuyas emisiones contribuyen desproporcionadamente a los impactos de la mortalidad de pm2.5, que incluyen fábricas e instalaciones industriales que funcionan con carbón y petróleo, y hornos residenciales de leña, cuyas emisiones seguirán aumentando sin controles adicionales”, explicaron.

 

El estudio mostró que reducir las emisiones de estas fuentes, principalmente electrificándolas, podría reducir a la mitad las muertes proyectadas relacionadas con la contaminación del aire en 2050 a la mitad de manera muy rentable. Los beneficios generales de estas reducciones serían de aproximadamente siete veces el costo de los controles de contaminación.

 

“Nuestra investigación muestra que este enfoque reduciría las emisiones relacionadas con pm2.5 en cada estado, aunque el progreso sería mayor en los estados del norte y este, incluidos Ohio y Pensilvania porque estas regiones tienen muchas fuentes industriales grandes y están densamente pobladas, lo que significa que más personas se benefician de un aire más limpio”, agregaron.

 

Específicamente consideran que Ohio tiene el mayor potencial para reducir de manera rentable las muertes por pm2.5 mediante la reducción de las emisiones de carbón industrial, mientras que California se beneficiaría más de los controles sobre la quema de leña residencial, y Texas vería las mayores reducciones en las emisiones de las grandes industrias petroquímicas.

 

Sin embargo, también descubrieron que las acciones tuvieron poca influencia en el uso general de energía y, por lo tanto, poco efecto en las emisiones de gases de efecto invernadero.

 

MGL