La contaminación que emite la termoeléctrica Francisco Pérez Ríos, de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en Tula, Hidalgo, repercute en la calidad del aire en la zona Metropolitana del Valle de México, generando daños en la salud al producir partículas ultrafinas (PM 2.5), informó el Observatorio Ciudadano de la Calidad del Aire (OCCA).

“Las emisiones de la planta termoeléctrica de Tula afectan la calidad del aire de la zona Metropolitana, en particular los impactos SO2 (dióxido de azufre) en la región pueden ser significativos porque las emisiones de la termoeléctrica son mucho más altas que las fuentes locales de contaminación”, consideró Adrián Fernández, director de Iniciativa Climática de México

El también integrante de la OCCA explicó que la termoeléctrica emite 33 veces más SO2 que todo el Valle de México y es una de las más contaminantes del país, “la generadora de electricidad ocupa el segundo lugar entre las 500 empresas emisoras de SO2 que operan en México, Canadá y Estados Unidos”.

En su intervención Stephan Brozdiak, de la organización El Poder del Consumidor, comentó que si logran que la planta utilice gas como combustible y deje de usar combustóleo, se reducirán las enfermedades respiratorias y la mortalidad prematura en el área metropolitana.

“El material particulado se va hacia los alvéolos pulmonares, “es tan pequeño que pasa al torrente sanguíneo y el bióxido de azufre, agrava enfermedades pulmonares”.

Los representantes de los organismos civiles manifestaron que se conformará un grupo de trabajo especializado junto con académicos para dar un seguimiento a los impactos causados por la Termoeléctrica e insistirán en la urgencia de cancelar por completo el uso de combustóleo en la planta.

El OCCA exigirá a la Secretaría de Energía (Sener) y a la CFE que se comprometan a cancelar el uso de combustóleo para generar electricidad y poner en marcha un plan que permita dotar de gas natural a la planta termoeléctrica en Tula, Hidalgo, para mejorar la calidad del aire de los 20 millones de habitantes en la Metrópoli.

El Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (Inecc), refiere que en 2016 fallecieron prematuramente más de 44 mil personas por exposición a la contaminación del aire.

Infografía: Xavier Rodríguez

LEG