Apuesta Agricultura por sustentabilidad

Los efectos del cambio climático en la agricultura deben ser atendidos con oportunidad, mediante una tarea conjunta que involucre al Gobierno federal y productores, de ahí que el pilar de la sustentabilidad en las actividades agropecuarias y pesqueras en el país se habrá de convertir en el eje de las acciones de este gobierno, afirmó el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Víctor Villalobos Arámbula.

En entrevista con 24 Horas, el titular de Agricultura indicó que, pese a que se descarta una crisis en el sector derivado de la presencia de sequía severa para este 2020, el pasado enero fue el mes más caluroso de los últimos 104 años, y febrero también se perfila para ser un mes muy caluroso a nivel global, esto es, desde que se lleva a cabo este tipo de registros.

“De continuar esta tendencia, para finales de siglo se tendrían temperaturas con hasta 4 grados más altas, lo que implicará la desaparición de ciertos cultivos y actividades en el medio rural; empero, aún es posible revertir este panorama con acciones de prevención, mitigación, adaptación y atención a los efectos del cambio climático”, expuso Villalobos.

¿Ante el cambio climático cuál es la estrategia en la agricultura?

-Es necesario impulsar una agricultura más responsable en un país como México, en el que anualmente se producen alrededor de 285 millones de toneladas de alimentos (entre granos, hortalizas, frutales, lácteos y cárnicos), que tiene el mandato ha ser autosuficiente en productos básicos y que ha venido rompiendo récords en la exportación agroalimentaria: tan sólo en 2019 cerró sus envíos al exterior con un valor de más de 37 mil millones de dólares, 10% más que lo obtenido en 2018.

¿Habrá que cambiar prácticas en el campo?

-Acciones como dejar de quemar campos cañeros y residuos de cosecha, así como evitar el sistema de roza, tumba y quema -con mayor preponderancia en el sur-sureste- y la excesiva mecanización, significan poner mayor atención a la calidad de suelos, elemento fundamental para obtener mejores cosechas y disminuir las emisiones de carbono (la agricultura participa con más de un 20% en este tipo de emisiones).

La alternativa es impulsar decididamente la agricultura de conservación en el campo mexicano, con el fin de incorporar la materia orgánica al suelo, lo que deriva también en el incremento de rendimientos, punto débil en varios cultivos del país, incluido el maíz, donde se tiene un promedio de tres toneladas por hectárea.

¿Cómo lograr mejores rendientos ante el cambio climático?

-La agricultura de conservación, permite, entre otras ventajas, disminuir la erosión del suelo y la rotación o intercalado de cultivos en una misma superficie, con prácticas de labranza mínima, así como el uso de biofertilizantes y agroquímicos de menor impacto al ambiente, lo que reditúa en beneficios para la sustentabilidad y para el bolsillo de los productores. Es posible obtener mejores rendimientos y hacer un uso eficiente del agua, pues ayuda a mantener la humedad.

¿Qué planes o programas están en marcha?

-Los ejemplos están en los programas Producción para el Bienestar y Modernización Sustentable de la Agricultura Tradicional (MasAgro), este último con la colaboración del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMyT), asentado en Texcoco, Estado de México.

En el caso del primer programa -catalogado como uno de los prioritarios de esta administración-, con un presupuesto de 11 mil millones de pesos buscará atender este año a 2.2 millones de productores de pequeña y mediana escala de granos (maíz, milpa, frijol, trigo, arroz y otros), así como de café y caña de azúcar.

Producción para el Bienestar cuenta con una estrategia de acompañamiento técnico que avanza a nivel nacional con la promoción de prácticas sustentables, aprovechamiento de insumos presentes en las regiones, incremento de los rendimientos por hectárea y mejoras en las condiciones de los suelos.

La estrategia de acompañamiento técnico se realiza ya en 16 regiones del país, integradas por 80 territorios (en la Península de Yucatán, Tabasco, Chiapas, Oaxaca, Puebla, Tlaxcala, Veracruz, Hidalgo, Guerrero, Estado de México, Morelos, Guanajuato, Michoacán, Querétaro, Colima, Jalisco, Nayarit, Durango, San Luis Potosí, Zacatecas, Chihuahua, Tamaulipas y Sinaloa).

¿La claves es sustentabilidad?

-En esos territorios, coordinadores regionales, técnicos sociales y agroecológicos, así como promotores comunitarios (Jóvenes Construyendo el Futuro) trabajan con los productores de maíz (47 territorios del total de 80), de frijol, trigo, arroz y milpa en un esquema que los hace transitar hacia prácticas sustentables, agroecológicas y resilientes ante el cambio climático.

Muchos de esos productores son de autoconsumo, pero otros generan excedentes para el mercado. Esta estrategia es fundamental para avanzar en el camino de la autosuficiencia alimentaria, que es un reto de la Cuarta Transformación, y lo hacemos con sustentabilidad, con respeto del medio ambiente y permitiendo que los productores y sus familias se alimenten con productos sanos, y sin contaminar sus tierras, y que se genere una oferta saludable para toda la población.

¿Ya se tienen resultados?

En lo que toca al MasAgro, se reportó al inicio de este año que ya alcanzó un impacto positivo en más de 300 mil productores y más de un millón de hectáreas, resultado de una agricultura sostenible que despierta el interés internacional.

Países con riesgo de hambruna se interesan en replicar la estrategia que además es una vía para mitigar la migración forzada, pues MasAgro no sólo incrementa el rendimiento de los productores, sino que -por su enfoque social y ambiental- ha contribuido al desarrollo de las comunidades rurales y la preservación del medioambiente y la biodiversidad.

Los resultados más recientes del programa muestran que la apuesta por la generación y transferencia de conocimientos, la investigación colaborativa y la articulación de esfuerzos y capacidades, rinde frutos. De acuerdo con estos resultados, las innovaciones desarrolladas en 44 plataformas de investigación y la difusión de prácticas agronómicas sustentables -a través de más de 500 módulos con parcelas demostrativas- permitieron sumar más de dos mil nuevas áreas de extensión en todo el país (es decir, parcelas donde los productores deciden implementar alguna de las innovaciones promovidas por MasAgro).

¿Hay soporte científico?

El acompañamiento técnico que reciben, tan sólo en 2018 se capacitó a más de 5 mil técnicos y actores clave del sector agroalimentario, y el soporte científico del programa propicia que los productores sean la pieza central en la transición de una agricultura convencional a una basada en el conocimiento, sustentable y climáticamente inteligente.

Por su enfoque social e incluyente, su base científica y su operación en redes colaborativas, MasAgro ha sido considerado un programa clave para impulsar y acelerar el desarrollo del campo mexicano, concluyó el documento de Agricultura.

 

¿El extremo climático es clave para las sociedades?

Científicos advierten que ninguna sociedad es ajena al cambio climático y a sus efectos: escasez de agua, daños por inundaciones, tormentas, olas de calor y sequías que afectan la actividad agrícola y pecuaria, además de que implica una menor disponibilidad de alimentos a nivel local y global.

Entre sus principales causas por actividad humana están la emisión de gases contaminantes, la inadecuada gestión energética, el cambio de uso de tierra, la deforestación, la ganadería y la agricultura, señalan especialistas.

Se estima que la agricultura produce 24% de los gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático y se proyecta que la productividad agrícola podría disminuir como impacto de este fenómeno.

Frase

Países con riesgo de hambruna se interesan en replicar la estrategia que además es una vía para mitigar la migración forzada, pues MasAgro no sólo incrementa el rendimiento de los productores.

 

DAMG

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